La versión Rubicon del Jeep Gladiator, tope de gama, está pensada para animarse a atravesar caminos extremos fuera del asfalto.
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La tradición lleva a asociar inmediatamente el Jeep a los vehículos todoterreno. Sin embargo, en tiempos en los que todas las automotrices lanzan vehículos 4x4 (o con estética 4x4) para un uso en la ciudad, con apenas ciertos rasgos para pasar cunetas y empedrados, ¿cómo se hace para mantener en alto la imagen de marca off road? La respuesta de Jeep no es de eslogan, sino de producto: con una camioneta como la Gladiator.
Con una imagen que respeta el ADN del viejo Jeep Willis de 1941, la Gladiator marcha con cierta prepotencia. Se trata de una pick-up que puede atravesar de forma literal cualquier obstáculo y que no zozobra en superficies bravas. Al volante, además, la pick-up anima a subir la apuesta, a exigirla siempre un poco más. Esa megacapacidad off road le da al conductor la ilusión de retorno a la infancia: pocos vehículos son tan divertidos de manejar como esta chata de Jeep. Es como un juguete para los amantes de las travesías fuera del asfalto. Por ejemplo, para surfear dunas, o bien para zambullirse en el barro, como ocurrió en esta prueba en Entre Ríos, en la zona del Parque Nacional El Palmar.
Retro
Como si estuviese hecha con bloquecitos para niños, la Gladiator se puede desarmar. Sí, se le pueden sacar las puertas, el techo y también desmontar el parabrisas para vivir la experiencia en la piel, como en un safari. El resto de la estética también va a tono: líneas rectas que remontan a los todoterrenos de la marca en general y a la vieja Gladiator en particular, con un refresh como para saber que estamos ante un modelo retro, pero en el siglo XXI.
La fortaleza todoterreno comienza debajo del capot, con un motor naftero V6 3.6 Pentastar de 285 CV y 353 Nm de torque.
Quienes peinan canas recordarán la vieja Gladiator, furor en los 60. De hecho, bajo el paraguas de Industrias Kaiser Argentina, llegó a producirse en Córdoba entre 1963 y 1975. Luego pasó a mejor vida y ahora Jeep decidió reanimarla. Y quienes no peinan canas verán en la pick-up un SUV Wrangler con caja, y estarán en lo cierto.
La imagen es de un vehículo de porte: 5,537 m de largo, 1,874 m de ancho y 1,939 m de alto. Más cerca de las full size que de las medianas tradicionales. Sin embargo, en términos de carga, una mediana tiene capacidad de una tonelada y la Gladiator un 40% menos: 615 kilos. De todos modos, este modelo de Jeep no parece estar cerca del consumidor que busca un utilitario para trasladar mercaderías o elementos de trabajo. Es un vehículo para entretenerse en la arena antes que para trabajar, y orientado al público selecto que cuente con los casi US$100.000 que cuesta esta versión Rubicon.
Bestia
La fortaleza todoterreno comienza debajo del capot, con un motor naftero V6 3.6 Pentastar de 285 CV y 353 Nm de torque, asociado a una caja automática de 8 marchas. La aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en menos de 9 segundos y el pasaje de 80 a 120 km/h, en 6,5 segundos. Por supuesto, al tratarse de un vehículo pesado de más de 2800 kilos, poco aerodinámico y con motor V6, el consumo es alto. O relativamente alto si se compara con otros V6: en ciudad, gasta unos 15 litros cada 100 km recorridos, y en ruta, a 120 km/h, alrededor de 12 litros.
La capacidad off road se puede entender también desde otros dos ejes. Uno de configuración: generoso ángulo de ataque de 43 grados, despegue de 280 mm, neumáticos BF Goodrich Mud-Terrain (LT 255/75 R17C). Taco alto, ideal para el off road, no tanto para el asfalto. También ofrece ganchos de remolque y lona marítima para cubrir la caja.
En lo mecánico y electrónico, los chiches son el sistema Rock-Trac 4x4, con ejes delanteros y traseros de alto rendimiento Dana 44, y una reductora que se acciona desde una palanca secundaria, que permite conectar la tracción 4x2, 4x4 y baja. También son estándares los diferenciales con bloqueo electrónico, la posibilidad de liberar la barra estabilizadora delantera para mejorar el recorrido de las suspensiones, una maravilla gracias a los amortiguadores Fox. Se puede accionar un modo off road + que recalibra la electrónica, incluido el control de estabilidad. En suma, la tecnología aplicada al todoterreno es de punta y explica el precio de la Gladiator. En Entre Ríos, en terrenos de Ubajay, lindero a El Palmar, hubo paso por barro espeso en el que cualquier chata mediana se hubiese quedado, así como vadeo en zonas inundadas. La Gladiator pasa sin exigencias. Lo mismo ocurre ante el cambio de superficie: va del asfalto a la tierra sin sentirse.
Otros aspectos para destacar: la cámara de visión delantera, para saber, en determinadas situaciones off road, con qué nos vamos a encontrar, el paquete de asistencias a la conducción con velocidad crucero adaptativa o alerta de tráfico cruzado, la infinidad de portaobjetos y de tomas. El interior tiene una pantalla de 8,4 pulgadas con funciones todoterreno, como la medición de ángulos de inclinación. En un tono rústico premium, los elementos internos están pensados para mojarse, si es que nos agarra la lluvia con el techo desmontado.
Bonus track: el parlante bluetooth oculto que se puede retirar de una de las butacas para llevarlo fuera de la camioneta.
Ford F-150: primera pick-up híbrida
Ford presentó la F-150 HEV, la primera pick-up híbrida que se comercializará en el país. Arribará al mercado nacional hacia finales de año, para reforzar la estrategia de electrificación de la marca del óvalo en Argentina.
Además, completa la gama de la F-150, tras la llegada de la Lariat Luxury y, recientemente, de la F-150 Raptor. El sistema híbrido utiliza el motor eléctrico de la pick-up o ambos motores, de acuerdo con las necesidades de marcha o demanda de potencia. El pasaje de modo eléctrico a híbrido se produce de manera automática e imperceptible para ofrecer al conductor potencia y eficiencia. Combina un naftero V6 biturbo 3.5 con un eléctrico, lo que lleva a una potencia conjunta de 430 CV.
La batería ion de litio de alto voltaje con capacidad de 1.5 KWh se recarga durante el andar y almacena energía a través de dos sistemas: un generador eléctrico, que se encarga de transformar la energía mecánica proveniente del motor de combustión interna en energía eléctrica, y el sistema de frenado regenerativo, que aprovecha hasta el 90% de la energía que se disipa durante el frenado para recargar la batería de alto voltaje.
Cuenta, a su vez, con el paquete Ford Co-Pilot 360, una de las plataformas de tecnologías aplicadas a la seguridad más avanzadas de la industria.