Para el último número de Brando, una recomendación de un modo de lectura –notas al pie incluidas– atemporal y continua.
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La novela de Andi Nachon (Buenos Aires, 1970), Dos o tres días de fiesta, editada por Caleta Olivia en 2020, me ayudó a pensar esta última recomendación. Su protagonista es una joven veinteañera en los 90, en esa incertidumbre que fueron esos años neoliberales para el corazón, el alma y el destino material de quienes iniciaban su adultez. A la joven la acompaña una perra batata. Ese dúo de animales me recuerda a Dorothy y su perrito, a esa reserva de afecto necesaria para recorrer la senda de ladrillos amarillos que conduzcan a algo de magia, magia que las devuelva al hogar. Pero, sobre todo, fue el epígrafe del libro el disparador de esta antirreseña, una canción de Velvet Underground: “¿Y qué modelito se va a poner la pobre chica en todas esas fiestas del mañana? Un vestido de segunda mano, quién sabe salido de dónde, para todas las fiestas del mañana”.
Cambié fiestas por libros del mañana, y pensé en esos que ahora no necesariamente vendrán del algoritmo de novedades, sino muy probablemente de una librería de segunda mano. Serán –siempre fueron– los que lleguen recomendados después de una charla entre amigos. Así es: el mismo día que me entero del cierre de la revista me llega un mensaje de una poeta maravilla con un PDF de Simone Weil (Francia, 1909-1943). Uno de sus escritos en torno a lo sagrado. ¿La había leído? Fui corriendo a la biblioteca a rescatar ese libro que dejé por la mitad: Pensamientos desordenados, editado por Trotta, que reúne los últimos textos escritos antes de su muerte. Repasé los subrayados, avancé y leí “El cristianismo y la vida rural”, que más allá de la orientación religiosa que se pueda tener o no, es un ensayo que aborda la preocupación constante de la autora por unir palabra y vida, por hacer de la vida un acto poético.
¿Cuáles serán los libros del mañana? Volvamos a esa vieja tecnología de la nota al pie. En la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires existía el mito de un estudiante bochado en un final por no saberse una. Ahora que lo pienso, era una forma de señalar un modo de lectura imprescindible. Un buen ejemplo de ello son las numerosas notas al pie de los traductores y editores de la poesía de Akutagawa Ryūnosuke (Japón, 1892-1927). Detrás del bambú, que la Editorial Duino lanzó en 2021, es un aporte único que se suma al creciente interés por la literatura japonesa. Entre las jugosas notas, hay una que explica la intertextualidad entre un poema de Akutagawa y unos cantos populares del siglo XII dedicados a Buda y a los dioses kami. El Ryōjin hishō –tal es el nombre del libro que leyó el autor– es inhallable por el momento en nuestro país y en las fronteras de la virtualidad. Que el futuro lo traiga.
¿Y habrá mañana para los libros del mañana? Desde Konrad Lorenz (Austria, 1903-1989) y su fundamental Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros, en cuyas páginas no se cansa de dar muestras de cómo los animales sienten, piensan y construyen –entre más–, la literatura en torno a la naturaleza (divulgación, crónicas, poesía, narrativa) corre en estampida como corre el fuego por los bosques y el petróleo en las aguas. Tal vez boom editorial, pero también un modo de ponerle palabras a la continuidad. Aquí, la recomendación puede ser más larga que los caracteres que me quedan, por eso me sustraigo a lo nativo, que tanto bien hace y repara: Confesiones a partir de una casa asombrada, de Ramón Ayala, músico, escritor y pintor oriundo de Misiones, autor de “El cosechero”. Editado por Serapis en 2015, es un testimonio de una vida que no abandonó el misterio de la selva y sus duendes, que quiso homenajear la naturaleza de su tierra en su búsqueda estética. Le sigue Conversaciones con los árboles, de Patricia Sada, una edición con artesanía de imprenta tipográfica característica de la Editorial Maravilla. La autora de Villa Ventana entabla diálogos filosóficos con sauces, cactus e higueras.
Por último, pero para tener primero en la lista, el manual del paisajista Gabriel Burgueño y la naturalista Claudia Nardini: Plantas nativas rioplatenses para el diseño de espacios verdes, editado en 2019 por Orientación Gráfica Editora. No hace falta tener mano verde para poner en acción los manejos de cultivo que recomiendan: basta con querer sombra, ruido de pájaros, aromas para leer y escribir todos los libros del mañana.