Con un destino incierto, el edificio sobrevive desde su creación en 1898, cuando fue concebido como Casa de Corrección de Menores Varones.
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Con un destino incierto, el edificio de la excárcel de Caseros sobrevive desde su creación en 1898, cuando fue concebido como Casa de Corrección de Menores Varones. De valor histórico, fue diseñado por el arquitecto Carlos Altgelt, el mismo que proyectó el Palacio Pizzurno, también hoy declarado Monumento Histórico Nacional.
En 1960, el gobierno de Arturo Frondizi comenzó a construir las dos torres de 25 plantas de la cárcel, ya demolidas. El proyecto quedó en la nada tras un informe del Servicio Penitenciario Federal que ponía de relieve que la iniciativa era inhumana e inviable.
Sin embargo, durante la dictadura militar, el presidente de facto Jorge Rafael Videla retomó las obras e inauguró la prisión el 23 de abril de 1979. Desde esa fecha y hasta 2001 funcionó como cárcel de presos comunes y políticos. En el inicio del nuevo milenio, el lugar se cerró definitivamente y, hasta el momento, solo se abrió para las cámaras de televisión. El penal fue el set de filmación en dos ocasiones: Tumberos, en 2002, y las tres temporadas de El marginal, de 2016 a 2019.
Después de que el proyecto para convertirla en el Ministerio de Economía de la Ciudad de Buenos Aires quedara truncado, el edificio siguió viniéndose abajo. Hoy, las plantas invaden el cemento de la construcción y sus cuatro torretas románicas que muestran una arquitectura de antaño. Mientras Parque Patricios crece, la manzana que conforman las calles 15 de Noviembre, Pichincha, Pasco y avenida Caseros agoniza en la incertidumbre.