Tiene potencia de sobra y, por su tecnología y equipamiento, la experiencia a bordo sigue en modo premium.
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¿Un deportivo o un auto confortable para todos los días? La pregunta –hay que admitirlo– es una rareza. Y más cuando cercamos esa vacilación en el impulso de compra a un público de alta gama. Sin embargo, las marcas premium saben que allí hay un potencial y van con una oferta “on demand”. Así asoma este BMW M340i, una máquina excepcional que tiene una capacidad de respuesta feroz con el V6 de 387 CV, pero, al mismo tiempo, cuenta con todas las comodidades que se esperan de un auto alemán de jerarquía.
Así, con esa lógica, el BMW M340i tiene una configuración mecánica para un rendimiento muy superior a las versiones estándar del Serie 3, pero sin llegar al ultradeportivo M3 que se vende en Europa, que alcanza los 510 CV y que es, prácticamente, un auto de carreras.
En lo estético, el M340i logra un impacto inusual para un auto con baúl. El largo para alojar el motor de seis cilindros en línea, la caída del techo, el poco despegue del suelo, el alerón trasero o el rodado de 19 pulgadas arman un conjunto armonioso, pero que también le permite ganar aplomo y estabilidad en ruta a altas velocidades. El diseño frontal es su punto sobresaliente, con el doble riñón de BMW con un acabado en efecto 3D, seguido por los faros de luces de led rasgados y una toma agresiva. También llaman la atención los enormes cáliper de freno, que hacen lucir mejor las llantas y anticipan la capacidad de frenado.
Las prestaciones, no obstante, son la gran virtud de este modelo que, con el motor TwinPower turbo V6 3.0 de 387 CV, logra acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,2 segundos. La potencia la transmite en forma inmediata, gracias a que la tracción es integral y a que sus modos de manejo Sport y Sport+ reconfiguran el reparto de la potencia entre los ejes y la respuesta al pedal. Además, tiene la función Launch Control, que mejora la partida con el auto quieto, al tiempo que se beneficia de las bondades de la transmisión automática de ocho velocidades Steptronic Sport, que no tiene ningún retardo y entiende a la perfección las intenciones de quien maneja. Cuenta, además, con levas detrás del volante para el manejo secuencial.
Otro punto sorprendente es la elasticidad. En movimiento, pisar a fondo el acelerador es una sensación que se transmite a la butaca y permite, por ejemplo, pasar de 80 a 120 km/h en menos de tres segundos. La velocidad está limitada en 260 km/h. A su vez, el sistema xDrive de tracción integral también tiene soporte en las suspensiones adaptativas, donde de acuerdo con el modo de manejo elegido ganan o pierden tensión. A las opciones deportivas se suman la orientada al confort y la ecológica. Con esta última, los consumos bajan notablemente, y en un andar relajado el BMW M340i no sufre. El cuentavueltas no se excede de 2000 rpm y en ruta orilla los 7 litros cada 100 km recorridos. En ciudad, se eleva a cerca de 11. Nada mal para un V6.
En el interior, las butacas tienen ajustes eléctricos (incluida la sujeción lumbar) y están elaboradas con gran calidad, al igual que el resto de los materiales a bordo. Cumple de sobra con lo que se espera de un BMW en cuanto a la experiencia de manejo y la habitabilidad. Techo eléctrico, climatizador de tres zonas, arranque sin llave, sistema de sonido premium son parte del pack. El tablero es digital, configurable, donde se puede ver incluso la entrega de potencia en tiempo real. La información principal se refleja en el parabrisas, para no perder la vista del camino. La pantalla multimedia permite conectarse con Android y Apple sin cable. Además, tiene navegador propio. Otros sistemas que agrega: estacionamiento asistido, alerta de impacto frontal o control de velocidad crucero adaptativo. El precio: US$116.900.