Un superdeportivo ecológico que ya está disponible y tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos.
- 4 minutos de lectura'
Después de más de una década de presentarse como una carta de responsabilidad ambiental, pero sin expansión de ventas, o bien como modelos de exhibición en salones internacionales, la industria automotriz terminó de definir que los autos eléctricos serán su rumbo para el corto y mediano plazo. En especial en Europa, donde ya se fijó que en 2035 no podrán venderse vehículos a combustión. Las marcas, incluso antes, ya habían sellado la agenda con fechas previas para el fin de los motores nafteros y diésel, y avanzaron con inversiones multimillonarias para pasar sus plataformas a eléctricos.
Sin embargo, la duda en el público es si los eléctricos son apenas simpáticos autos urbanos, como los que se ven en las ciudades europeas. Las prestaciones siguen estando asociadas a la combustión y los chispazos de los motores. Acaso para cortar de raíz ese mito, Audi trajo al país su modelo eléctrico más deportivo, el RS e-tron GT, un superauto cero emisiones que llega a los 600 caballos de potencia.
Presentado en el Autódromo de Buenos Aires, la marca de los cuatro anillos puso en pista un producto de lujo al que difícilmente un coche convencional logre equipararse en cuanto al rendimiento. Más allá de sus posibles ventas en un público acotado (su precio estaba en definición, aunque podría orillar los US$300.000), es más que nada una demostración de hasta dónde pueden llegar los eléctricos. Audi, así, asoma como el estandarte del Grupo Volkswagen para hacer gala del potencial de los autos ecológicos, un camino que en el país había iniciado la firma premium con los e-tron en formato SUV y Sportback. Y que, en todo el mundo, tuvo su banco de pruebas en competiciones deportivas, como la Fórmula E.
Audi, además, concretó una alianza con Siemens para instalar una red de cargadores eléctricos. Ya están en cuatro concesionarios oficiales y, en el corto plazo, se agregarán cuatro más para tener la red más grande del país.
Extremo
Los 600 CV de potencia se desarrollan a través de dos motores eléctricos que llevan directamente la potencia a cada eje, lo que le otorga una respuesta inmediata para disponer de 830 Nm de torque. Prestaciones infernales a las que se les agrega el sistema boost, que entrega 46 caballos extra durante los primeros segundos de aceleración.
El 0 a 100 lo logra en un impactante tiempo de 3,3 segundos y su velocidad final está limitada en 250 km/h. Las baterías de 93 kWh tienen una autonomía de 455 km. Otro mito roto: se puede hacer un viaje largo sin detenerse. Tampoco hace falta un stop de ocho horas para hacer una recarga y continuar viaje, como en los primeros eléctricos. En el RS e-tron GT se pueden hacer cargas rápidas en unos 20 minutos gracias a su tecnología de 800 voltios.
La sensación al volante en la salida desde cero, con la potencia sin retardo que otorga el propulsor eléctrico, es de un vértigo que lleva a quedar pegado a la butaca de competición. Una experiencia acompañada, además, de un sonido distinto al de los superdeportivos con sus motores térmicos. La caja es otra de las novedades: tiene dos marchas, ya que se elimina el concepto de los propulsores a combustión. Una para un manejo deportivo y otra para andar relajado.
Asimismo, el RS e-tron GT mantiene el sistema de suspensiones adaptativas que hace variar la altura del vehículo en función de las necesidades, hecho que también impacta en mejoras aerodinámicas al momento de acelerar.
Una experiencia para demostrar que los eléctricos pueden ser una superación de lo que habíamos conocido. Y que su avance es indetenible.