La fundaron hace más de medio siglo y su objetivo principal sigue siendo clasificado.
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El Área 51 es la base militar secreta más famosa de la historia, valga la contradicción. La fundaron hace más de medio siglo, pero recién en el año 2013 fue reconocida oficialmente por el gobierno norteamericano. Su objetivo principal sigue siendo clasificado y sus actividades, secretas. Por eso, la base y toda el área son materia prima y tierra fértil para que florezcan múltiples conspiranoias.
Todo el asunto se remonta a la época de la Guerra Fría. Los norteamericanos necesitaban un nuevo tipo de avión que les permitiera meterse en el espacio aéreo de los rusos para espiarlos sin ser detectados por los radares. El entonces presidente Eisenhower puso el gancho y aprobó un proyecto secreto para desarrollar un avión espía, el famoso U-2, como la banda de Bono, el pacifista.
La base militar no aparece en los mapas públicos del gobierno. Tampoco se puede sobrevolar su espacio aéreo sin permiso.
El programa necesitaba instalarse en un lugar aislado, discreto y con ciertas características en el suelo. Lo encontraron cerca del lago Groom, al sur del desierto de Nevada, a unos 160 kilómetros de Las Vegas. Hay varias versiones de por qué se llama Área 51, y la mayoría coincide en que el nombre se debe a que así figuraba en la grilla de un preexistente mapa topográfico de la zona.
La base militar no aparece en los mapas públicos del gobierno. Tampoco podés sobrevolar su espacio aéreo sin permiso. De hecho, en 1974, los tres astronautas de la misión Skylab tuvieron problemas por fotografiar el Área 51 desde el espacio. Los sometieron a corte marcial y casi los condenan a pena de muerte por alta traición a la patria. Por suerte, la NASA y otros organismos intervinieron en su defensa y zafaron.
A fines de los alocados años 90, el estado de Nevada rebautizó a su ruta 375 como “la carretera extraterrestre” y un montón de sitios relacionados con la temática se establecieron en los alrededores de la base. Está el Centro de Investigación Extraterrestre, existen tiendas de suvenires de todo tipo, hay hoteles, restaurantes y bares temáticos y hasta hay un prostíbulo que se jacta de ser el único en el mundo ambientado con estética alien.
Muchas historias circulan en torno a la base, como por ejemplo que se probaron diferentes armas atómicas en su terreno; que en uno de los hangares se montó el set en donde filmaron el falso alunizaje con Stanley Kubrick como director; que hay armas poderosas y tecnología avanzada; que, en realidad, esto del Área 51 es todo una tapadera para ocultar la verdadera base militar secreta escondida en el Área 52; o cosas más extremas como que existe el Proyecto Abigail que incluye a una niña monstruo oculta en las instalaciones; y, desde luego, la leyenda más popular: que ahí guardaron los restos de esa famosa nave extraterrestre que (dicen) se estrelló en Roswell, Nuevo México, en 1947. Aunque, si te fijás, no dan las fechas. La base militar fue fundada por la CIA recién en 1955, es decir, siete años después de aquel incidente.
Se sabe que unos aviones secretos denominados “Janet” transportan a los trabajadores desde el aeropuerto de Las Vegas hasta la base, ida y vuelta, todos los días.
Hace poco, un muchacho tuvo la idea de armar un evento en Facebook invocando a invadir las instalaciones al grito de “basta de secretismo; si vamos todos juntos, no nos pueden parar”. Exigían saber la verdad, que muestren la tecnología avanzada y los alienígenas ocultos. No prosperó.
Para terminar, quiero recordar algo que la CIA publicó en su cuenta oficial de Twitter en 2014: “¿Recuerdan aquellos informes reportando avistamientos y actividades misteriosas en los años 50? Bueno, éramos nosotros”. Y explicaban con un documento oficial este asunto de sus aviones secretos confundidos con ovnis.
Igual, ya sabés... ni a mí, ni al pibe que hizo el grupo en Facebook, ni a la CIA nos creas nada... mejor andá y googleá vos.
*Experto en delirios. Guionista y dibujante. Desde 2012 se dedica a investigar conspiraciones para columnas radiofónicas. En 2018 estrenó su podcast Conspiranoia para principiantes, y ha recopilado un libro que lleva el mismo nombre.