Que te salgan bien unas ricas bombas de papa es bastante sencillo aunque tiene algunas claves que está bien tener en cuenta. Que queden presentables, digamos, parejas y doradas, es un punto esencial porque si no, no son bombas, son croquetas o cualquier cosa. Las bombas son redondas o tipo cilindro, pero bien lisas y armadas. El relleno se tiene que sentir: no es mezclar todo, el puré de las papas que te quedaron de anoche y hacer un menjunje con huevo, queso y lo que sea con tal de meterle sabor. No, elegí un rico quesito, unas hierbas frescas o desecadas pero ricas y con buen aroma, fijate que el puré esté bien homogéneo, bien pisado y recién ahí ponete a armar las bombas. El éxito de este palto sencillo reside principalmente en que tenga buena pinta. Nadie se resiste a una bomba de papa dorada y calentita, recién frita. Van con todo: en la picada con la cerveza, como plato junto con una ensalada para los chicos - sí, se le puede agregar ketchup y mayonesa, si quieren-. Hacelas y disfrutá de esta delicia fácil y clásica.
Hacer un puré, condimentar con sal y agregar el atado de rúcula picado.
Para el relleno
cortar el queso en cubos medianos. Después tomar con la mano una porción del puré, achatar con la mano enharinada, rellenar con el queso y cerrar con forma de bomba.
Pasar esto por harina, luego por huevo batido y pan rallado y dorar en aceite hasta que esté dorado y crocante.
Podés hacer bombas con cualquier tipo de tubérculo, con batatas, con boniato o con zapallo. ¡Salen bien!
Si no querés freír, las bombas de papa se pueden hacer al horno. Llevan más tiempo.