Tamizar la harina con el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio y 120 g de azúcar.
Poner en un bol y ahuecar.
Poner en el hueco el aceite, las yemas, vainilla y ralladura de limón. Batir todo junto hasta obtener una mezcla lisa.
Batir las claras con el azúcar restante hasta obtener un merengue firme y cremoso. Cuidar que no quede seco.
Mezclar suavemente las claras, de a poco, con el batido de yemas, hasta unir todo en una mezcla pareja. No sobrepasar este paso.
Verter en un molde alto, con tubo central, de 20 cm de diámetro, aproximadamente, especial para esta torta clásica. El molde debe ser seco y no se enmanteca.
Hornear a temperatura entre mínima y mediana.
Ya cocida, invertir sobre una rejilla y dejar enfriar muy bien antes de quitar el molde, pasando un cuchillito por las paredes para facilitar este paso.
Esta torta Chiffon, es una torta o bizcochuelo muy apreciado. Sus paredes no se enmantecan para que la mezcla se adhiera bien a ella y mantenga su altura sin que se baje. Se deja enfriar así para que el vapor que genera este paso afloje el sostén entre el material del molde y el batido y facilite su desmolde. El uso de agua en lugar de leche hace más liviana la mezcla y el aceite, en éste caso, en lugar de manteca, mantiene más húmedo el resultado final. En tiempos de la gran inmigración de comunidades europeas a los Estados Unidos, era habitual ver preparaciones con aceite.
Tips para hacer esta torta Chiffon con otros sabores
Para hacerla de chocolate, reemplazar 4 cucharadas de harina por 4 de cacao en polvo
Controlar la cocción, porque todos los moldes con tubo central cocinan también por el hueco y ese espacio acorta los tiempos en relación a los moldes enteros
