El soufflé de zanahoria y calabaza es un plato que les encanta a los más chiquitos porque es suave y dulce. Sea aue lo coman con la mano, enchastrándose o con cuchara, como sea, lo van a disfrutar de lo lindo. Los soufflés, como son preparaciones un poco más solidas que las papillas o los purés pero no tanto como para que cueste deglutirlos, forman parte de la tendencia gastronómica que se llama “comfort food” o comida fácil, que los nutricionistas suelen indicar a personas muy mayores o personas que tienen dificultades en la deglución. Pero, ante todo, son preparaciones ricas y tentadoras. Como este ultra naranja y aireado soufflé de zanahoria y calabaza al horno. ¡Un espectáculo de soufflé!
Lavar, pelar y cortar en cuatro las zanahorias; pelar y cortar en cubos la calabaza. Colocar todo en una olla al vapor y cocine al vapor durante 5 minutos o hasta que estén tiernas, luego retirarlas y dejarlas enfriar.
Precalentar el horno a 180 grados.
Poner todos los ingredientes en una licuadora y mezclar hasta que quede una pasta suave y homogénea.
Volcar la masa en moldes individuales aceitados, ocupando aproximadamente 2/3 de la capacidad, o en una fuente para hornear de vidrio de 8 × 8 centímetros.
Colocar los moldes en una fuente a baño de María (una fuente con agua) y llevar al horno.
Hornear durante una hora o hasta que introduciendo un palillo en el centro del soufflé salga limpio.
Retirar del horno, dejar enfriar y desmoldar. Servir.
La misma receta se puede emplear para hacer soufflé de zanahoria o de calabaza únicamente.
Se puede reemplazar la calabaza por batata o boniato y hacer un soufflé de zanahoria con batata.