La quiche Lorraine es básicamente una tarta salada. El nombre es francés y alude a su origen en la región de Lorena. Las quiches son tartas o tartas individuales, rellenas de diferentes vegetales, huevo y otros ingredientes. La Lorraine lleva una base de masa quebrada - también llamada masa brisa o masa brisée- y un relleno de huevos, crema, panceta y queso, aunque, como toda comida rellena, admite variantes. La versión original de la quiche Lorraine es, por supuesto, la más popularizada. La clave de esta tarta está en la masa: tiene que ser casera sí o sí, para lograr esa textura propia de masa quebrada y liviana que es lo que le da identidad a esta preparación.
Para el relleno: Saltear la panceta ahumada cortada en tiras hasta dorar.
Ligar el relleno mezclando la leche, la crema de leche, sal, pimienta y los huevos.
Hacer la masa brisa: En un bol volcar la harina tamizada. Saca la mantequilla de la heladera (debe estar fría para utilizarla), cortarla en trocitos y colocarla en el bol junto con la harina.
Mezclar todo bien con las manos hasta que se integre. Añadir el resto de ingredientes: el huevo y la sal y armar un bollo liso. Envolverlo en papel film y guardar en heladera durante media hora.
Armar la quiche: sobre un molde de 26 cm extender la masa brisé y acomodar el relleno.
Cocinamos en el horno precalentado por 25 minutos. Retirar y servir.
Para la quiche Lorraine se puede reemplazar la panceta por jamón, según las preferencias. Y, en lugar de crema de leche se puede utilizar queso crema.
La quiche Lorraine se puede comer, como toda tarta, fría o caliente. Riquísima para cualquier momento del día.