Si nunca probaste las pastas con una salsa de pollo es hora de que lo hagas. Este tuco de pollo sabrosísimo es ideal para comer con fideos, arroz o con polenta (en esta receta optamos por la polenta pero la verdad es que este tuquito se presta para los ñoquis y los moñitos). Súper económica y muy fácil de preparar, con pocos ingredientes es todo lo que necesitás para satisfacer apetitos voraces. En Argentina, Chile, Perú y Uruguay llamamos a todas las salsas como «tuco». El tuco es una salsa que básicamente lleva cebolla, tomate y carne (puede ser carne de ternera, en cubos o picada o como en esta receta, carne de pollo). Añadile esta delicia de salsa con pollo a unas ricas pastas como spaghetti, ñoquis, ravioles, aun timbal de arroz. También podés usarla como relleno para un pastel de papas, en lugar del típico relleno de carne, o podés servirla como te la presentamos en esta receta, sobre una rica y consistente polenta. Hacela paso por paso siguiendo las instrucciones. No falla.
En una olla grande y profunda, calentar el aceite y dorar las presas de pollo por todos sus lados.
Luego agregar la salchicha cortada en rueditas y dorar.
Cortar la cebolla en cuartos; la zanahoria en cubos; agregar a la olla junto con el vino, el perejil picado y los tomates; los hongos previamente remojados en agua caliente, escurridos y cortados; y parte del caldo.
Poner el ramito de hierbas; condimentar con sal y pimienta; dejar cocinar a fuego suave hasta que el pollo esté tierno y la salsa reducida, agregando más caldo para que la preparación no se seque.
Servir sobre la polenta cocida y caliente.
Se puede agregar un poco de vino o también un toque de azúcar para compensar la acidez de la salsa.
Otro de los ingredientes que le quedan muy bien al tuco de pollo es el ajo: se incorpora al momeno de saltear la cebolla.