Sumergir el pato por un par de minutos en una olla con agua hirviendo; escurrir bien; y colgar el pato para que se seque en una habitación bien ventilada y dejarlo por toda una noche.
Al día siguiente, mezclar la salsa de soja con el azúcar; frotar con esta pasta todo el exterior del pato; y volverlo a colgar por dos horas hasta que se seque la cobertura.
Poner el pato en una asadera de horno con rejilla y cocinar a 200° por 1 y 1/2 hora.
Para servir recortar la piel crujiente del pato por un lado y disponerla en una fuente aparte de la carne cortada en tajadas.
Para las verduras, calentar el aceite en un wok y saltear las cebollas, los ajos y el jengibre cortados en rodajas; dejar un minuto; luego agregar los chiles y el morrón despepitados y cortados en rodajas, así como el apio y las zanahorias; el resto de las verduras; remover constantemente unos minutos más; añadir los líquidos; cocinar dos minutos más; rociar con el aceite de sésamo y servir.