Estos palitos de pollo rebozados, son riquísimos tanto fríos como calientes. Al momento de cocinar, resultan una muy buena opción para servir en cualquier momento y son ideales para las viandas de los chicos.
En un bol mezclar la harina con la páprika (si no se desea que resulte picante, se puede reemplazar este condimento por pimentón dulce), la pimienta y la sal.
En otro bol romper los huevos y batirlos bien.
Pasar los bastones de pollo crudo primero por la mezcla de harina condimentada, luego por el huevo batido y, finalmente por el panko.
En una sartén con abundante aceite de oliva o de girasol, bien caliente, poner de a uno, los bastones de pollo rebozados. Freír hasta que estén dorados, sacar con espumadera, escurrir y colocar sobre un papel de cocina para que absorba el resto del aceite.
Servir los bastones de pollo rebozados con panko junto con la salsa agridulce y la guarnición elegida.
El panko japonés es un pan rallado en escamas en cuya elaboración se usa solamente la miga. Es mucho más crujiente y liviano que el pan rallado y se puso de moda porque, aseguran, absorbe menos aceite. El panko se puede usar como empanado en frituras o en preparaciones para hacer al horno. Estos bastones de pollo rebozados con panko son sabrosos y saludables, ideales para comer con las manos como si fueran nuggets pero mucho más nutritivos, porque tienen pollo entero y desgrasado.
Tips para lograr un perfecto rebozado en los bastones de pollo con panko
La clave para que el panko se adhiera bien a la carne es el previo enharinado, antes de pasar por el huevo, a los bastones de pollo rebozados con panko.
Evitar freír demasiado los bastones de pollo rebozados con panko. Con dos o tres minutos de cada lado basta.