“¡Pastelitos calientes que queman los dientes!”... El eterno pregón de los vendedores de pastelitos durante la época colonial, reproducido hasta el hartazgo en los actos escolares de la Revolución de Mayo, nos remonta a épocas felices, llenas de emoción. Para revivirla en casa, ahora que estamos tan sensibles y con tanta necesidad de encontrar esos refugios del corazón, te traemos la receta clásica y auténtica de los pastelitos criollos. Estos pastelitos criollos con la receta de María Adela Baldi, además tienen el plus de los secretos de una gran cocinera que se nos fue pero sigue viva en sus recetas. Durante más de diez años llevó adelante la columna de recetas del diario LA NACIÓN, y falleció en noviembre de 2020 a los 96 años. Mamina, como le decíamos, fue una de las primeras cocineras de la televisión argentina, que en 1960 obtuvo, por su presencia en el programa Buenas tardes, mucho gusto, un Martín Fierro a “Mejor Programa Hogareño” y, en 1998, el Premio Santa Clara de Asís a su trayectoria. Esta receta de pastelitos criollos es uno de sus legados invalorables. Con todo el sabor de antes, con la paciencia y la dedicación que merecen los postres que nos identifican desde siempre, la receta de pastelitos de membrillo criollos y fritos con grasa como se hacían al comienzo te va a encantar.
Poner la harina, el polvo para hornear y la sal, todo tamizado sobre la mesa formando una corona.
En el centro colocar 100 g de margarina blanda y el agua; con los dedos ir tomando la masa primero mezclando los ingredientes del centro y luego, poco a poco, agregar la harina.
Trabajarla con las manos hasta que quede lisa y se despegue fácilmente de la mesa.
Estirar con el palo de amasar, espolvoreando la mesa con harina y doblar la masa en tres partes.
Volver a estirarla, untar con el resto de margarina, espolvorear con harina y doblar.
Repetir esta operación 4 o 5 veces más; finalmente estirarla mas gruesa y cortar cuadrados de 8 cm de lado.
Colocar en el centro de la mitad de los cuadrados un dado de dulce de membrillo, humedecer los bordes de la masa con agua, cubrir con los cuadrados restantes sin que coincidan las puntas y presionar formando el pastelito.
Freír con grasa caliente y bañándolos permanentemente con una cuchara para que se abran las hojuelas.
Retirar con espumadera, escurrirlos y sumergirlos en el almíbar caliente. Escurrir sobre una rejilla para repostería. Espolvorear con las grageas de colores.
Para no quemarte los dientes con estos pastelitos criollos de membrillo un buen truco es cortarlos al medio antes de comer. Pero no dejes de comerlos calentitos con todo su sabor.
Si no te gustan las granas de colores podés espolvorearlos con azúcar rubia o impable a los pastelitos criollos.