Tradicionalmente, figuraban en la carta de los restaurantes como plato destacado y en algunas casas de pastas se consiguen listos para calentar. Los ñoquis de sémola no se parecen a los tradicionales de papa pero son riquísimos y nutritivos. Hacerlos en casa lleva dedicación porque hay que cuidar que la sémola se cocine y no se pegue al recipiente, algo que suele ocurrir con frecuencia. Es cuestión de tomarle la mano. Mi experiencia me llevó a hacer los ñoquis de sémola a la romana en el microondas, con semolín y en un recipiente de vidrio. Es una cocción rápida y exitosa. La sémola se incorpora en forma de lluvia y en el líquido caliente.
Hervir el líquido elegido con la manteca y los condimentos. También se pude usar medio litro de leche y medio de caldo. Cuando rompe el hervor, verter la sémola en forma de lluvia, a fuego suave y siempre revolviendo para que no se pegue. Cocinar unos minutos hasta que la sémola quede cocida.
Retirar del fuego y agregar las yemas de a una por vez, mezclando bien después de cada adición. Da la impresión que se cortará, pero enseguida, revolviendo, retoma su aspecto original. Incorporar la mitad del queso, mezclar y agregar el resto. Mezclar.
Humedecer con agua una placa o bandeja grande y extender la mezcla con el revés de una cuchara humedecida en agua. Dejarla de unos 2 a 3 cm de altura. Enfriar. Cortar medallones con un corta pasta humedecido en agua y acomodar en placa de horno enmantecada. Espolvorear con queso rallado, rociar con hilos de manteca y hornear unos 15 minutos, hasta gratinar.
Esta receta de ñoquis de sémola a la romana es una preparación ideal para el freezer. Hay que congelar los medallones por separado y, luego, cuando están duros, embolsar. Al momento de calentarlos para comer, hay que armar la fuente con los ñoquis de sémola sin descongelar, cubrir con queso o cualquier salsa y gratinar. Se pueden congelar hasta por tres meses.