Es fácil hacer la masa casera para una pizza desde cero, sin premezclas compradas, ni discos de prepizza ni, mucho menos, delivery. La pizza casera es sencilla siempre y cuando nos guste poner las manos en la masa. Es vital que te guste amasar, te aguantes el polvo de la harina volando por el aire hasta que agarres práctica y aprendas como evitar los contratiempos propios del amasado. Ensuciar al amasar es de principiantes. La verdad es que el que amasa seguido va adquiriendo técnicas y trucos para que esta tarea se convierta en un auténtico placer. Con esta receta, vas a lograr tener unos bollos para pizza caseros, tiernos, ricos, blandos y llenos de amor. La masa fácil para pizza casera que vas a aprender a continuación es una de esas recetas que siempre conviene tener a mano.
En un bol colocar harina y realizar un hueco en el centro. Incorporar la levadura desgranada, azúcar y media taza de agua tibia, disolver y tapar el recipiente con una bolsa plástica durante 15 minutos. Agregar el resto del agua y aceite de oliva.
Salar la corona de harina y unir los ingredientes hasta logar una masa lisa y homogénea. Espolvorear con harina extra y dejar descansar hasta duplicar el volumen. Dividir el bollo en tres partes iguales.
Dejar descansar nuevamente unos minutos. Aceitar una fuente, cubrir con la masa esparciéndola con los dedos aceitados.
Cocinar en el piso del horno caliente hasta que la base quede crocante.
Distribuir sobre la pizza los ingredientes deseados y llevar a horno caliente por 10 a 15 minutos para cocinar la pizza. Retirar y servir.
Los bollos para hechos con esta masa fácil para pizza casera se pueden guardar en la heladera o en el freezer hasta el momento de preparar la pizza.