La bondiola de cerdo es el pescuezo del animal deshuesado. También le dicen mondiola, es lo mismo, por más que sea una deformación del lenguaje, hoy por hoy, ya todos saben de qué se habla cuando se dice bondiola o mondiola. Queda muy pero muy bien, este manjar combinado con verdes. La lechuga le da la frescura que necesita para que no caiga pesado y se realce mucho más el sabor de esta bondiola a las brasa, tierna y jugosa por dentro y crocante por fuera. En general, cuando el cerdo se corta, el cogote queda dividido en dos mitades que se deshuesan y así se obtiene la bondiola también conocida como aguja de cerdo, cabeza de lomo o lomo grueso, entre otros nombres. Probá hacerla siguiendo el paso a paso de esta receta de Lechuga y bondiola braseada, una receta de Pía Fendrik, de su libro Ensaladas (Catapulta Editores)
Poner la bondiola sobre papel de aluminio en una fuente para horno.
Condimentarla con sal, pimienta, el kétchup, la salsa de soja y la miel. Cerrar el papel de aluminio como si fuera un paquete y llevar al horno durante 2 horas a fuego medio.
Abrir el papel de aluminio y cocinar 30 minutos más, hasta que la carne esté dorada. Retirar del horno y dejar enfriar. Desmechar la carne.
Lavar muy bien la lechuga y escurrir. Cortarla en rodajas finas y disponer en una fuente.
Mezclar el queso rallado, la manzana, las pasas, el vinagre, la ciboulette y el aceite de oliva. Verter esta preparación sobre la lechuga. Distribuir por encima la carne desmechada.
Esta receta de lechuga y bondiola braseada se puede disfrutar entre panes, ideal para hacer sandwiches y llevar a un picnic.
Acompaña la lechuga y bondiola braseada con una cerveza bien fresca.