El hummus es un símbolo de encuentro , porque es una parte infaltable de la típica picada de los países del Medio Oriente. Es un deleite, es sencillo y súper nutritivo. Por eso resultó un valioso hallazgo para quienes siguen sistemas de alimentación saludables, ya que cuadra perfecto en un plan veggie o vegano, para todo uso: como untable para los panes de un sandwich o un roll hecho de tortilla de maíz, como dip para comer con bastones de verduras o grisines. Hasta como salsa para un risotto o unas pastas. En realidad, hummus es una palabra árabe que significa “garbanzo” que, con el tiempo se usó para bautizar a este puré cremoso especiado que se sirve con panes, galletitas, verduras y que los fánaticos ¡comen a cucharadas! Pero también aparecieron versiones con distintos vegetales, en este caso, un delicioso hummus de calabaza, cuyo paso a paso es de lo más sencillo. Mirá
Colocar la calabaza cortada a la mitad, a lo largo, en una placa para horno. Agregar hierbas como tomillo y romero, sal, pimienta y un poco de aceite de oliva.
Hornear hasta que esté bien cocida.
Mientras, hervir en agua un manojo de garbanzos previamente hidratados por al menos 12 horas y colados (el agua del remojo se debe descartar).
Cuando estén bien tiernos, colar nuevamente, pasar a un bowl, agregar la calabaza asada y procesar agregando aceite común, un poco de jugo de limón o lima.
Condimentar a gusto con una pizca de comino, un poco de pimentón, sal y pimienta.
Usá aceite de oliva o de sésamo para un sabor más intenso.
Agregá pasta tahine, una pasta de sésamo, que conseguís en dietéticas y tiendas de productos árabes o kosher.
Añadí pimiento morrón y páprika ahumada, para darle color y variar el sabor
Al servir decoralo con una hojita de perejil o de albahaca.