El huevo poché o escalfado es uno de los métodos de cocción sin cáscara, en una olla con mucha agua y un buen chorro de vinagre, sin sal. Es rico, suave, elegante y no muy fácil de que salga perfecto. La clave del huevo poché perfecto es practicar muchísimo. Siempre va a ser rico pero que tenga una presentación de competición digna de Masterchef o de El Premio de la Cocina, es algo que hay que esmerarse en lograr. En esta receta de huevo poché o escalfado, de Darío Muhafara, de Malvón, te vas a enterar de todos los secretos que hay que saber para lograr el huevo poché rico y lindo para tu foto de Instagram. Hay que asegurarse que el huevo sea fresco, si no es más difícil lograr el punto. Si se preparan con anticipación, se pueden reservar en agua fría y regenerar a la hora de servir con uno o dos minutos en un bowl con agua bien caliente fuera del fuego
Poner abundante agua con un chorrito de vinagre y sal a calentar en una olla.
Antes de que rompa el hervor, se mueve el agua para generar un pequeño remolino y se introduce allí el huevo con mucho cuidado.
ay que ayudarse con una espumadera para sostener e ir envolviendo la clara hasta que cuaje, lo que demora alrededor de cuatro minutos.
Otra opción es abrir el huevo sobre un papel film, armar un pequeño paquetito y cocinarlo ahí adentro. Pasado el tiempo, llevarlo a un bowl con agua fría para cortar la cocción.
Los huevos poché pueden ser la base de los huevos benedictinos, sobre English Muffins o figacitas de manteca, con panceta crocante o salmón ahumado, salsa holandesa y alcaparras fritas”, dice