Los cereales y las legumbres ofrecen oportunidades, y juntos suman valores proteicos semejantes a los de la carne. Con lentejas y cebada, hago un guiso riquísimo. Por eso, siempre tengo en el freezer un contenedor con cebada perlada cocida para tener una guarnición rápida cuando quiero salir del repetido arroz. En cambio, las lentejas, me gusta hacerlas en el momento y, si sobran de una comida, congelarlas. Como el frío fija los sabores, cuando el alimento es neutro no resulta tan atractivo como un sobrante hecho con variedad de ingredientes. Así que para hacer este guiso de lentejas y cebada no tengo que pasar mucho tiempo remojando la cebada porque ya la tengo lista de antemano; la lenteja no necesita remojo.
Lentejas, preferentemente grandes (lentejones), 1 taza
Preparación
Limpiar y picar la cebolla de verdeo con el ajo y saltearlos en un poco de aceite sin que tomen color.
Agregar la zanahoria, las lentejas bien lavadas, el agua y condimentos.
Cocinar a fuego suave controlando que siempre haya líquido. Cuando las lentejas estén tiernas, agregar la cebada cocida más agua si fuere necesario y sal, a gusto.
Por último, incorporar el perejil fresco, mezclar, calentar y servir preferentemente en platos hondos.
¿No sabés cómo cocinar la cebada perlada para esta receta de guiso de lentejas y cebada?
Es muy sencillo: lavar bien 1 taza de cebada bajo el chorro de agua fría hasta que el agua salga incolora; ponerla en un bol, cubrirla con agua y dejarla varias horas o durante una noche en remojo; después, cocinarla en el misma agua o pasarla a una cacerola y cubrir la cebada con 3 tazas de agua. Hervir unos 20 minutos y, si es necesario, colar.