Churros, sacramentos y ensaimadas; las tardes de las vacaciones se prestan para amasar en familia y disfrutar del sabor de lo hecho en casa.
- 2 minutos de lectura'
¿Hay algo más lindo que volver a casa con una docena de facturas y sentarse con el mate al caer la tarde? Sí, abrir el horno y sentir el aroma de las facturas caseras recién hechas. Con estas recetas fáciles, rápidas y económicas de facturas caseras, el éxito está asegurado.
Receta de Sacramentos
El sacramento es una factura clásica de masa hojaldrada, dulce y aireada, ideal para comer sola o rellena con ingredientes dulces o salados. Los sacramentos de jamón y queso, fríos o calientes son unos de los sándwiches preferidos para los que aman el sabor de lo dulce combinado con lo salado. Con la receta de sacramentos también se pueden hacer otras facturas de distintas formas como las medialunas, los vigilantes, o los bastoncitos espolvoreados con azúcar.
Receta de Ensaimada
La ensaimada es una espiral dorada originaria de las Islas Baleares, que llegaron a nuestras tierras con los pasteleros mallorquines. El nombre de ensaimada proviene de la palabra saim, que es la manteca blanca de cerdo, la verdadera grasa usada en las ensaimadas originales. La receta de ensaimada admite varios rellenos, y actualmente se hacen adaptaciones de la receta original; puede llevar manteca o aceite de oliva. Las ensaimadas se pueden hacer en dos tamaños; individuales, para tomar con café, té o chocolate, o en una versión grande para servir en porciones.
Receta de Churros
Muchas culturas gastronómicas se disputan la creación y el origen de los churros. Aunque en un momento se habló de su historia inicial en México, lo cierto es que a nuestras tierras, los churros llegaron directamente desde la Península Ibérica, quienes habrían recibido la receta de sus inmigrantes árabes. ¿Y por qué se llaman churros? ¿Alguna idea? No, no es porque son lindos, porque justamente la relación con la belleza de una persona -a la que le decimos churro o churra porque es atractiva- nace de la belleza a la que se asemeja esta dulce confitura. La palabra churro surge de la forma de estos palitos rayados; un formato similar a los cuernos de las ovejas churras, originarias de Castilla y León. Los originales se hacían con una preparación sencilla a base de harina y agua caliente con sal que es la misma receta de churros que sigue manteniéndose al día de hoy.