Un clásico plato de entrada para servir frío y con bastante aderezo, los tomates rellenos con atún se hacen en muy poco tiempo y rinden mucho. No vale comerse el relleno y dejar el tomate. Para que este plato luzca tentador e irresistible, es importante elegir tomates redondos bien rojos y firmes, de tamaño mediano o chico y, si son orgánicos o de quinta, mucho mejor aún.
Lavar bien los tomates, cortarles la parte del cabito a modo de tapa y reservar.
Ahuecar el resto retirando pulpa y semillas; y dejar que drenen toda su humedad, dándolos vuelta sobre una rejilla.
Por otro lado hervir la papa y la zanahoria previamente cortadas en cubos de 1 cm; y cuando estén tiernas retirar, escurrir y dejar enfriar sobre un paño para que absorba todo el exceso de líquido.
Luego poner las verduras en un bol y mezclar con las arvejas, el atún pisado con tenedor y la mayonesa.
Llevar a la heladera para que la preparación tome consistencia y después rellenar los tomates, dejando que sobresalga apenas de su capacidad.
Cubrir con las tapas reservadas y dejar en la heladera hasta el momento de servir.
Para una mesa con muchos invitados, en lugar de tomates redondos se puede hacer los tomates rellenos con atún usando tomates cherry. Es un poco más trabajoso pero quedan espectaculares.