En el mundo de las menudencias, la lengua de vaca puede ser un manjar o un alimento de poco valor culinario. En otros tiempos, la lengua, el hígado el mondongo, eran baratos. La lengua de vaca puede pesar entre un kilo y hasta más de dos, según del animal que provenga. Se lava bien, se eliminan las adherencias y membranas, y se las deja limpias. Todas pueden ser tiernas, lo importante es cocinarlas acorde con su peso: a más peso, más tiempo. La lengua a la vinagreta es una delicia para todo momento, sobre todo en las mesas al aire libre. Sorprendé a tus amigos con lengua fileteada en fuentes o dentro de pancitos a las hierbas. Descubrí una carne noble y sabrosa.
Limpiar bien la lengua y cocinarla con abundante agua, sal, la cebolla, zanahoria y apio durante aproximadamente una hora. Controlar la terneza.
Retirar de la cocción, pelarla en caliente insistiendo en ese paso para dejarla sin la piel. Volver al caldo para que se enfríe dentro de su caldo.
Mezclar en una ensaladera profunda el perejil, el ajo desecho sin su nervadura central, el aceite vinagre pizca de azúcar, sal, ají molido y pimienta, emulsionando bien los ingredientes.
Para servir, picar los huevos duros y distribuir sobre la superficie, lo más decorativo que se pueda. Servir fría pero no helada.
La lengua se enfría en el caldo para que la lengua a la vinagreta resulte jugosa, preserve su color y no se oscurezca.
Para suavizar la vinagreta se le puede agregar algunas cucharadas del caldo de la cocción.
La pizca de azúcar es para bajar la acidez del vinagre.
Los huevos duros van al final, poco antes de llevar la fuente con la lengua a la vinagreta a la mesa.