Una sopa fría, refrescante, el gazpacho es un batido de verduras condimentado con algún acidificante, como el limón o el vinagre. Lleno de vitaminas, fibras y sabor, el gazpacho es un plato originario de Andalucía, en España y va muy bien con la onda de los batidos de verduras que se usan en esta época del año como parte de un plan de alimentación desintoxicante. Pero la mejor razón para tomar el gazpacho es una sola: ¡es rico! Todos los vegetales se ponen crudos, así que solo tenés que lavarlos bien, cortarlos y meterlos a la licuadora para tener este gazpacho fresco de tomate energizante para cualquier momento del día. Es un desayuno, un almuerzo, o un refresco para un día de calor. Reponedor y revitalizante.
Lavar bien todas las verduras e introducir en la juguera los tomates, los morrones y los pepinos enteros y con su piel.
Reservar su jugo.
Por otro lado, pelar las cebollas, introducirlas enteras y reservar su jugo también.
Llevar todo a una licuadora o al vaso de un mixer y añadir el vinagre junto con el jugo de limón y apenas procesar.
Incorporar luego el aceite de oliva, la pizca de azúcar, la sal, la pimienta y por último la miga de pan, para que ayude a espesar toda la preparación.
Licuar todo bien hasta obtener una crema lisa y si hiciera falta agregar un poco de agua para aligerar.
Probar la mezcla, rectificar sal y pimienta, y servir en vasos o copas grandes, decorando por encima con pequeños cubos de tomate y pepino.
Queda muy bien si le ponés apio, hinojo o zanahoria a este gazpacho de tomate. Probá tu mezcla y disfrutala.