¿Se dieron cuenta de que la rúcula reemplazó al viejo y querido berro? ¿Cómo pudo pasarnos esto? ¿Qué nos pasó? Si hay un vegetal noble, rico, con el sabor perfecto y la textura inigualable para acompañar carnes, la del asado principalmente, y para protagonizar guarniciones y ensaladas, ese , es el berro. Sus hojitas redondas, su dejo amargo pero apenitas, no tanto como para quejarse, el que históricamente competía con la radicheta en la mesa de las parrilladas domingueras, lo volvió por mucho tiempo el mejor amigo - el infaltable- de la ensalada. Ni mezclum de verdes, ni mix de lechugas: simple y sencillamente, berro. Esta ensalada de berros y naranja es todo lo que está bien y la mejor forma de restaurarle el protagonismo a este vegetal fresco y verde, de único e inigualable sabor. Fijate:
Limpiar los berros quitando las hojas, lavarlas y escurrirlas.
Separar las hojas de lechuga, lavarlas, escurrirlas y cortarlas en juliana.
Lavar las hojas de espinaca, disponer en el fondo de una ensaladera y agregar el berro, la lechuga, el apio picado, los gajos de naranja y aderezar a gusto.
Mezclar bien y antes de servir agregarle cubos o gajos de palta sobre las hojas.
Esta ensalada de berros y naranja es ideal para acompañar carnes, pescados o para servirla como entrada.
Si no te gusta la naranja, en lugar de gajos, exprimila y mezclá el jugo con el del limón, para un aderezo más agridulce para la ensalada de berros y naranja.
Probá rociar la ensalada de berro con una mezcla de aceto y miel, y agregarle ajo picado o cebolla morada picada para más sabor.