En un bol desgranar la levadura, agregar la harina, el azúcar y cubrir todo con leche tibia, cubrir con un paño y dejar en lugar templado hasta que forme la esponja.
Para la masa, mezclar la harina con la pizca de sal y el azúcar, hacer un hoyo en el centro, volcar el fermento, los huevos, la manteca pomada, todos los saborizantes, las ralladuras del limón y la naranja; unir todo y amasar por 5 minutos hasta obtener un bollo suave.
Dejar descansar tapado y en lugar templado por 4 a 5 horas. Cuando haya leudado, estirar el bollo con las manos y poner en el centro las frutas secas troceadas, las pasas y las cáscaras cortadas en tiritas.
Unir todo, amasar hasta que las frutas se distribuyan parejo por la masa, dividir en 2 bollos y darle a cada uno la forma de un pan redondo.
Colocarlos sobre una placa bien separados uno del otro, con un cuchillo filoso cortarles la superficie en forma de cruz y dejarlos levar nuevamente.
Pintar con huevo y hornear moderado por 50 minutos. Retirar, dejar enfriar y espolvorearlos con azúcar impalpable.