Hoy estamos con ganas de preparar la receta fácil de los "hot cakes", esos panqueques más pequeños, gruesos y esponjosos, que casi parecen una mini torta. A los hot cakes también se los conoce como pan cakes o pancakes, lo que significa nada más ni nada menos que "torta hecha en sartén". Los hot cakes son el desayuno más típico de todos los hogares de los Estados Unidos. Se comen bañados en caramelo o jarabe de arce (maple), muy típico en Canadá. Pero los hot cakes quedan riquísimos solos o con cualquier toping dulce y con consistencia de jarabe: chocolate líquido, sirope de frambuesas, miel, caramel o dulce de leche. Se les puede agregar frutas frescas para una versión más saludable, o secas para una más nutritiva y calórica. Los hot cakes son perfectos para servir en un plato individual o para hacer la famosa y vistosa torre de hot cakes, colocando uno sobre otro, intercalando capas de frutos o siropes entre cada una. La masa de los hot cakes, al igual que la de los panqueques es una preparación versatil de sabor neutro, donde predomina el olor a manteca. Pero no es ni dulce ni salado porque tiene que quedar fácil de combinar con queso crema o con siropes dulces. Tanto salado como dulce. Para preparar unos delicios hot cakes esta receta es infalible. Probala.
Mezclá o mixeá todos los ingredientes juntos hasta conseguir una pasta homogénea y espesa.
Reservá en la heladera como mínimo 1/2 hora para que la harina se hidrate.
Pintá una panquequera bien caliente con manteca derretida y volcá en el centro un cucharón de la mezcla, sin mover, para que el hot cake te quede gordito y de unos 6 cm de diámetro.
Cuando en la superficie se empiecen a formar agujeritos, dalo vuelta y doralo del otro lado.
Pueden servir los hot cakes calientes con dulce de leche, miel o salsa de frutos rojos.
Para que los hot cakes salgan más esponjosos y aireados se le puede agregar media cucharadita de bicarbonato de sodio o a la masa.
Para que la mezcla de los hot cakes no sea tan dulce se puede evitar ponerle azúcar.