Colocar la gelatina en un cuenco chico e hidratar con jugo de pomelo. Luego calentar durante unos dos minutos a baño de María para disolver.
Mezclar queso con ralladura fina de medio pomelo y crema de leche semi montada.
Batir las claras a punto nieve y añadir cuatro cucharadas de azúcar en forma de lluvia. Batir hasta que quede una crema algo firme, agregar el resto del azúcar y continuar batiendo hasta formar un merengue con textura rígida. Agregar a la preparación anterior e incorporar por último la gelatina tibia, con movimientos suaves y envolventes.
Colocar en una manga y reservar en la heladera durante dos horas.
Cubrir un tercio de la base de copas o vasos transparentes con mousse de pomelo. Agregar un trozo de bizcocho y algunas cerezas. Formar tres capas con todos los ingredientes. Si se desea, decorar con menta fresca.