Hacé un hueco y colocá el agua bien caliente y la manteca o margarina casi derretida.
Tomá los ingredientes líquidos con la harina y uní sin amasar.
Pasá a la mesada enharinada, espolvoreá la masa con harina extra (daría la impresión que la masa quedara como cortada).
Aplastá la masa con las manos. Espolvoreá con harina y doblá en 3 partes como si quisieras hacer un hojaldre.
Volvé a estirar la masa, siempre con las superficie enharinadas, estirá con las manos o un palo de amasar y repetí la operación de doblar.
Hacé por última vez el paso de estirar, enharinar y doblar.
Llevá a la heladera por 20 minutos y estirá de ½ cm de espesor. Cortá discos bien pequeños, acomodalos en placas limpias y horneá hasta que queden levemente cocidos.