Siempre vigentes los buñuelos de acelga son un plato que permite comer verduras sin casi darse cuenta. A un vegetal aparentemente soso, la preparación en forma de buñuelo, le suma atractivo y lo vuelve una auténtica tentación. Julián Díaz, es el autor de esta receta, reinventada mil veces en Los Galgos, uno de los bares notables de Buenos Aires. Sus buñuelos de acelga son muy fáciles de preparar pero la receta guarda un secreto. “Es una receta que en mi niñez se hacía cotidianamente. Creo que hacernos buñuelos de acelga era la forma que tenía Teresa, mi vieja, de que comamos verduras con entusiasmo. Así que desde chico ayudaba en toda la receta menos en la fritura”, cuenta Julián. Así se hacen estos buñuelos de acelga:
Cocinar las hojas de acelga y espinaca en agua hirviendo con sal, solo unos minutitos hasta que las hojas se pongan de un color verde más intenso. Retirar y enfriar sumergiéndolas en agua y hielo para cortar la cocción y no perder el color. Escurrir muy bien con ayuda de un repasador, picar y reservar.
Poner la leche junto con la manteca a hervir, condimentar con sal, pimienta y nuez moscada, una vez que rompa hervor agregar de un solo golpe la harina y con una cuchara de madera revolver hasta que se forme un bollo de masa que se despega de las paredes.
Retirar del fuego agregar el huevo, el queso, la acelga y la espinaca. Con la ayuda de un batidor integrar todo. Dejar enfriar un poco la mezcla tapandola con un film en contacto. Luego darle forma a los buñuelos con dos cucharas o armando bolitas con las manos.
Freír en abundante aceite caliente. Servir acompañadas con la emulsión de ajo para impregnar los buñuelos.
Para que los buñuelos de acelga salgan más aireados, además de soda, o en su lugar, se les puede agregar una cucharadita de polvo de hornear.