Las harinas integrales suelen darle pesadez a las masas, pero este bizcochuelo con harina integral fina es muy esponjoso y bien tierno. El aceite le otorga una leve humedad y una vez horneado y frío, se puede envolver y conservar unos días en la heladera. A partir de este bizcochuelo, y con toques de creatividad, se pueden preparar deliciosos postres de mesa. También se puede hacer saborizado, simplemente reemplazando una cucharada de harina integral por una de cacao en polvo, o se lo puede perfumar con 1 cucharada al ras de canela.