Son varios los propietarios que prefieren comprar su lote o casa en áreas naturales cerca del río; crece la tendencia de residir en forma permanente
Aunque para ir a casa haya que cruzar el río Luján, tal situación no es impedimento para que la gente pueda vivir en un entorno natural a sólo 40 minutos de la Capital. Son varios los que optan por residir o ir los fines de semana hasta las islas del Delta, en el partido de Tigre.
El agua separa al continente del territorio insular. Salvo el sector del río Carabelas a la altura de Escobar que tiene cruce por tres balsas y el camino isleño, el resto es todo isla. De San Isidro a Villa La Ñata hay varias guarderías náuticas para proteger las naves particulares, y el transporte público de lanchas colectivas está centralizado en la Estación Fluvial del puerto de Tigre. Empresas como Interisleña, El Jilguero o Líneas Delta hacen los recorridos que cubren el traslado de los habitantes y los turistas. Algunos ríos alejados o arroyos pequeños no cuentan con ese servicio.
También están los propietarios que eligen cruzar el agua con su propia embarcación a distintas horas de la jornada.
Al respecto de la zona se refirió Sol Llabres, del área comercializadora de Mabel Gilardoni Propiedades, inmobiliaria que opera en la Primera, Segunda y Tercera Sección de Islas del Delta desde hace 30 años: "El público que elige este lugar es muy diverso por las características que el vasto territorio ofrece. Originariamente los pobladores fueron los dueños de quintas productoras de frutas, madera y mimbre, muchos inmigrantes, y también algunas casas de fin de semana de gente de la alta sociedad porteña con espíritu aventurero o dedicada al deporte del remo".
Hoy, las quintas casi no producen, pero quedan algunos de sus descendientes como propietarios. Principalmente los que eligen el Delta lo hacen para descanso o también para la recreación, como ser práctica de deportes náuticos (wakeboard, kayak, motos de agua) o ecoturismo. En su mayoría se compran casas de fin de semana o invierten en proyectos de cabañas para explotación turística.
"El Delta tiene un gran poder de desenchufe. También hemos notado en los últimos dos años un gran incremento de consultas para comprar o alquilar casas de vivienda permanente, generalmente parejas jóvenes que recién comienzan y les resulta más barato comprar algo en la isla que en el continente, y prefieren estar en contacto con la naturaleza. O también matrimonios mayores que se retiran a un lugar más tranquilo con proyectos tal vez postergados aprovechando que la familia ya está encaminada", detalló Llabres.
Estilos
La inmobiliaria comercializa la mayoría de las propiedades a la venta que están concentradas en la Primera Sección, correspondiente al partido de Tigre. "Nuestras unidades que ofrecemos van desde cabañas internas de 30.000 dólares hasta quintas con casas históricas de 600.000 dólares, pasando por hectáreas de terreno para plantar madera o enormes fracciones para loteos", agregó.
Los estilos de las viviendas son completamente variados. Las originales son las de estilo inglés en madera o en material construidas en alto por las mareas, sobre bases de madera, con galerías perimetrales y aberturas enormes de madera. Hay muchas casas de material cuadraditas de los años 50 recicladas. Los dueños de las construcciones nuevas han elegido materiales modernos con perfiles de aluminio, placas cementicias o aglomeradas, siding, aberturas grandes de aluminio y doble vidrio, buena aislación, espacios amplios con mucho vidrio y buenas vistas a la naturaleza.
En cuanto a los servicios en la Primera Sección se limitan a luz eléctrica provista por Edenor, que por la topografía del lugar y las condiciones climáticas muchas veces sufre cortes, un aspecto negativo del lugar. "Es difícil repararlo si se daña el tendido por lo inhóspito, igualmente abarca toda el área. Cuenta con agua corriente, de río, tratada en plantas potabilizadoras caseras o automáticas, pero que sirve para bañarse y lavar, no para beber; muy pocas tienen perforaciones y agua de pozo, pero tampoco es para beber porque el agua es ligeramente salada", aclaró Sol.
El agua para beber se trae del continente o se compra en las lanchas almaceneras. El acceso a Internet es a través de dos empresas: Advantum y Wiredcom, que instalan antenas y routers que repiten señales desde el continente, ya que no hay cableado de banda ancha. La TV es sólo por aire o a través de DirectTV. El gas es solamente envasado y la telefonía fija, por Telecom. "Por último, hace tres años, la Municipalidad de Tigre empezó a cobrar el impuesto municipal de alumbrado, barrido y limpieza, que tiene como contraprestación básicamente la recolección de residuos y dragado de ríos y mantenimiento de los muelles públicos. El dragado no se cumple tanto. En la Segunda y Tercera Sección es diferente. Sólo contamos con luz eléctrica en algunas zonas; no hay Internet, pero sí DirectTV."
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