Ya pasando los fríos y estimuladas por las lluvias, empiezan a asomar las finas hojas de la gramilla tejida. Su dominio sobre los suelos de nuestras llanuras es tal que cuando los ferrocarriles comunicaban el país se la dejaba crecer en los terraplenes sobre los que corrían las vías para fijarlos. En una gran inundación, cuando se formó una laguna permanente en una depresión, esos terraplenes quedaron sumergidos, pero fijados por la gramilla no se desintegraron. Su nombre es cynodon, que en griego significaría diente de perro, y sus distintas especies son pastos con características y usos similares.
Estas son plantas cosmopolitas, aunque posiblemente de origen africano, introducidas en el país hace varios siglos. Tienen raíces profundas, invasoras, y estolones rastreros que las ayudan a invadir campos cultivados, potreros, bordes de rutas y caminos, y demás, desde Río Negro hacia el norte. Como todos los seres, su ambivalencia lo hace ser muy útil como césped resistente al pisoteo y a las sequías, por ejemplo, en campos deportivos, y prospera en tierras arenosas o muy pobres, donde se desarrollan mal otros pastos. También es invasora en jardines y huertas. Las flores se agrupan en espiguillas unidas en un extremo; si se corta esa inflorescencia y se invierte, toma el aspecto de una pata de perdiz, y haciéndola caminar sobre la piel produce un suave y divertido cosquilleo.
La carpeta verde del césped es tan importante en el jardín que hay otras gramíneas que se cultivan exclusivamente con esos fines, y se cuida su pureza arrancando cualquier otra gramínea intrusa que la invada, Pero a veces, el plano de césped es enriquecido por otros yuyitos, algunos de flor, que forman deliciosos manchones.
Entre el césped suelen nacer y florecer la yerba del mosquito –Phyla canascens– rastrera, de pequeñas flores blancas, y un oxalis de profunda raíz bulbosa y follaje cespitoso, semejante al del trébol, color verde con flores amarillas, que forman bellos manchones de flores sobre el pasto. Es así un césped natural y florido que agrega alegría a la primavera.