Hay mucha gente que aún no está lista para volver a trabajar a una oficina, incluso si los que se encuentran a su alrededor usan máscaras y barbijos. Para ellos, la startup irlandesa Nooka desarrolló una solución práctica y funcional denominada “oficinas de proximidad”. Se trata de espacios de trabajo diminutos y funcionales que se alquilan temporalmente y que pueden ser instalados tanto en el patio como en el jardín de la casa. Una solución para quienes no quieren regresar a la oficina o quienes necesitan separar su espacio de trabajo de su casa (y los chicos) aunque haga home office.
Esta idea no surgió de la mano de la pandemia, aunque -claro está- con la aparición del Covid-19 y el trabajo remoto tomó mucha más fuerza. “Ya antes de que llegara el coronavirus, percibimos que mucha gente trabajaba desde casa en condiciones menos que ideales. La mayor parte del tiempo lo hacía desde la mesa de la cocina, el sofá y, a veces, en la cama”, dice la CEO Leanne Beesley. Y agrega: “Nosotros entendimos que era preciso darle una solución a toda esa gente que hace home office. Y así fue que nació ‘oficinas de proximidad’“.
La innovación que aporta Nooka no radica en el espacio de trabajo en sí, sino -más bien- en la forma que tiene la gente de acceder a él. “En la actualidad, existen varias empresas que hacen pequeños edificios prefabricados que los propietarios pueden comprar para obtener espacio de oficina adicional, pero a menudo están fuera del rango de precios de la mayoría de las personas. Nuestra propuesta se basa en una membresía mensual. Los modelos más pequeños (para una persona) tienen un costo de alquiler de €299 al mes, mientras que la que ofrece dos puestos de trabajo puede rentarse por €399”, dice Beesley.
Los espacios laborales vienen totalmente equipados con escritorio, silla, armario, Wi-Fi de alta velocidad, energía, iluminación, cerradura inteligente, calefacción y refrigeración. Las primeras versiones, que ya se encuentran en producción, están diseñadas sin baño. Actualmente, la compañía toma pedidos por adelantado: primero en Europa, con la idea de expandirse a los Estados Unidos en 2022.
Muchos de los miembros de esta primera etapa residen en Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Según la startup, la mayoría de los clientes busca hacerse de un espacio tranquilo ya sea para trabajar o estudiar desde su hogar. Pero la compañía también quiere ofrecer la opción a cualquier persona que tenga un patio trasero en su hogar y que vea la oportunidad comercial de subarrendar el espacio de trabajo a vecinos. Para aquellos que ven un negocio de subalquiler temporario del espacio de trabajo la startup ofrece una aplicación desarrollada para administrar el negocio.
Beesley dice que Nooka ya mantiene conversaciones con algunas empresas que están interesadas en arrendar estas las unidades para sus empleados. Uno de los primeros clientes de la firma irlandesa es un pueblo de Rumania que desea agregar comodidades modernas en las casas con el fin de facilitar que las personas trabajen de forma remota. Esto sería para contrarrestar la tendencia de vecinos que se mudan a las ciudades porque no tienen espacios en sus casas.
Según la CEO de la compañía, antes de la pandemia, “se observaba una tendencia: la multiplicación de espacios de coworking en sectores suburbanos. Hoy mucha gente -fruto del Covid-19- está intentando quedarse en sus hogares y para ellos la ‘oficina de proximidad’ se presenta como una gran solución”, concluye Beesley.
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