Ventajas y desventajas de adquirir un departamento listo para mudarse en comparación con un piso que recién empieza a construirse; cómo aprovechar al máximo los beneficios en cada caso
A favor
Desde el pozo. La ventaja más común –y la que se percibe a primera vista– es el menor costo de las unidades. Además, ofrece la posibilidad de adquirir una propiedad sin contar con todo el dinero, sino con un adelanto que varía dependiendo del formato de la obra y el saldo financiado por el desarrollador. “En mercados y países en crecimiento genera una revalorización ya que la propiedad va aumentando su valor a medida que se va construyendo”, explica Hernán Siwacki, director de Capital Brokers. Para Claudio Bolotinsky, director de Inversiones y Nuevos Negocios de Empresse propiedades, otra ventaja es que en general existe más oferta de unidades para elegir si se es de los primeros en ingresar al proyecto. “Permite optar por piso y orientación”, añade. También está la posibilidad de adecuar terminaciones a gusto e incluso en algunos casos ajustar la distribución de los ambientes a pedido del comprador.
A estrenar. La ventaja que tiene un departamento terminado es que se obtiene la posesión inmediata y, en el caso de querer percibir una rentabilidad, se puede colgar el cartel de alquiler en ese momento. “El comprador dispone del inmueble ya sea para habitarlo o bien para alquilarlo y generar una renta. Además no pierde valor tan rápido en casos de caída de precios. En general, vienen equipados con las últimas tecnologías y tendencias de diseño o amenities, es decir, se está comprando algo de moda”, explica Siwacki. Otro punto es que quien adquiere un piso para habitar, ser el primer dueño tiene un valor emocional único. “El departamento está a la vista, se elige en su contexto real, se analiza su piso y orientación”, explica Bolotinsky. Por otra parte, quien tiene el dinero l en mano, puede encontrar oportunidades de descuento por la posibilidad de cruzarse con ún desarrollador que necesite el dinero para otra obra.
En contra
Desde el pozo. “¿Lo que veo en los renders se hará realidad?”, Existe el riesgo de qué es lo que se construirá, ya las obras sufren modificaciones durante su construcción. Para Antonio Pecora, titular de MPC Desarrollos Inmobiliarios, “una desventaja es el riesgo de dilatación en la entrega”. Y en el caso de los fideicomisos al costo, saber si la inversión será rentable ya que los plazos pueden sufrir contratiempos y los costos finales también.
A estrenar. Los valores suelen ser más altos. “Las unidades ya se revalorizaron durante la obra, por lo que se está pagando el tope de precio”, admite Siwacki, de Capital Brokers. Como regla general, a mayor liquidez de un producto, mejor resguardo de valor. Por eso, los desarrolladores explican que hay que entender qué se compra y la liquidez del activo . Esto es, si tiene valor de reventa, la ubicación, y la evolución de la zona. •
Check-List
Desde el pozo.
- Es clave averiguar si el terreno fue escriturado, si los planos tienen aprobación municipal, ué desarrolladora lleva adelante la obra y qué solvencia tiene para afrontarla.
- Analizar con un escribano la figura legal que se utiliza para la construcción y averiguar las ventajas y desventajas de la misma.
- Conocer algún proyecto ya terminado del mismo desarrollador para conocer el estilo y diseños.
- Hablar con inversores que participan de éste o anteriores edificios de la empresa.
A estrenar.
- Si bien la incertidumbre es menor, también existen aspectos a tener en cuenta, como consultar si la obra ya tiene el plano de subdivisión y si se puede escriturar la unidad.
- Conocer los costos de escritura. En general en una primera venta son más elevados.
- Probar que funcionen todos los servicios y revisar los detalles de la propiedad, antes de la escritura, que es cuando se le puede reclamar al constructor.
- Conocer la cobertura que ofrece la desarrolladora por fallas o vicios ocultos.