Los equinos están continuamente expuestos a posibles infecciones durante su toda su vida, algunas pueden dejarles secuelas permanentes. Ante diversos casos de distintas enfermedades infecciosas que pueden afectar a nuestros caballos, es importante tomar todas las medidas de prevención para que no sean afectados.
Diferentes agentes microbianos están en contacto con los animales, buscan invadir su cuerpo y multiplicarse rápidamente en los distintos tejidos animal. Como una forma de resistencia, el organismo posee un sistema de defensa para oponerse y de esa forma pueden sobrevivir a varias infecciones, manteniendo su salud. Los microorganismos son enemigos invisibles que acceden al cuerpo, se enfrentan con su primera y natural línea de defensa, compuesta por: piel, mucosas (bucal, ocular, nasal, etc), epitelio del aparato digestivo y respiratorio, además por una importante barrera química, formada por saliva, lágrimas, mucus y secreciones gástricas.
Si logran pasar esa primera defensa y no existe otro tipo de rechazo, se reproducen y se desencadena la enfermedad. En cambio, algunos animales han capacitado previamente su aparato inmunológico contra algunas enfermedades, luchan contra ellos y no se afectan, decimos que esos animales están dotados de resistencia o inmunidad.
Cuando el animal se ve atacado por esos microorganismos presenta dos características individuales para enfermarse o no hacerlo. Ellas son: 1) condición propia de ese caballo para ser susceptible al contagio de un agente infeccioso y 2) mayor o menor propensión para verse afectado por una determinada enfermedad. Lo que podemos hacer para protegerlos contra diferentes infecciones es: darles un amplio plan sanitario con vacunas con el objetivo de preparar su aparato inmunológico, protegerlo de los animales que pueden contagiarlo, mantenerlos bien alimentados, en ambientes óptimos de higiene, evitar condiciones que favorezcan las enfermedades, y disminuir el estrés. En síntesis, para prevenir enfermedades, es aconsejable: preparar su aparato inmunológico con la debida anticipación para evitar que sean dañados, tomar todas las precauciones posibles para impedir el ingreso de diferentes enfermedades, dotarlos de un buen estado general, disminuir las situaciones que facilitan el desarrollo de infecciones y es fundamental ¡estar siempre alerta!