Mientras el Gobierno trabaja en una batería de medidas destinadas a generar proyectos nuevos, la demanda permanece dormida. En abril pasado se concretaron solo 2774 compraventas en la ciudad de Buenos Aires, un 54 por ciento menos que en igual mes del año pasado. Y van once meses consecutivos de caída en la medición interanual. Claudio Caputo, presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires -que realiza el relevamiento-, asegura que la solución está en la eliminación de una serie de cargas impositivas. En concreto plantea la suspensión del 3,6% en Impuesto de Sellos, o el impuesto al cheque o la tributación por ganancias cedulares. "Son medidas que permitirían una baja de más de un 6% en el precio final de una propiedad. Esta medida de desgravación impositiva sería un aliento para un rubro en donde no hay crédito, pero sí puede tener estímulos que ayuden a revertir este escenario", explica el referente.
Los números de la provincia de Buenos Aires también son desalentadores. Las escrituras cayeron, en abril, 44,9% respecto al mismo mes del 2018. Juan Carlos Donsanto, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la provincia de Buenos Aires afirma que el mercado está en los niveles de actividad "más bajos de la historia, comparables con los de la crisis de la devaluación de 2002 y las trabas que implicó el corralito". En definitiva las fuertes bajas grafican un mercado que se quedó sin demanda desde que la devaluación terminó con el boom de los créditos hipotecarios UVA. Y si bien los proyectos nuevos impulsan y son claves para la economía, tal vez sería hora de poner foco en medidas que despierten a los compradores paralizados por la coyuntura y la incertidumbre política.
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