Oceana Puerto Madero: la renovación del barrio más joven de la ciudad

Cuando uno camina por Puerto Madero, además de disfrutar de toda su belleza y esplendor, la primera sensación es de que se trata de un barrio tan consolidado que ya no tiene nada nuevo para ofrecer. Sin embargo, no es tan así. En el último lote disponible del barrio más joven de la ciudad, pegado al Hotel Faena, se desarrolló Oceana Puerto Madero.

La reconocida marca Oceana de Consultatio, con dos edificios en Key Biscayne y en Bal Harbour, llegó a Buenos Aires para desarrollar su tercer emprendimiento bajo ese nombre. Considerados como los proyectos más importantes de la península de Florida de los últimos diez años, para la nueva version la empresa formó una alianza creativa con Alana Faena con el objetivo de mantener el espíritu y la identidad arquitectónica del Faena District de Puerto Madero.

Oceana Puerto Madero consta de dos edificios residenciales con una gran plaza central y un programa de arte pensado para crear un diálogo entre la arquitectura y el paisajismo. Una locación única, construcción high-end y criterios de sustentabilidad se combinan para una propuesta de vida diferente en la ciudad, que busca redescubrir los espacios a través de nuevas formas de vinculación con sus entornos.

“Oceana es una marca que armó Eduardo Constantini en Estados Unidos y que trajo a Puerto Madero, donde todo en general está muy bien diseñado y muy bien pensado. Pero este emprendimiento se destaca, además, por la calidad. Es muy moderno, pero aún así armonioso con la zona”, dice Marcos de Achával, director de Achával Cornejo, inmobiliaria que comercializa el emprendimiento. “En un terreno así lo más habitual es que estén construidos los cuatro lados. Pero aquí hay solamente dos, lo que le da una mayor amplitud y un personalidad distinta”, agrega.

Situado en el centro mismo de Puerto Madero, en el último terreno disponible sobre el espejo de agua del Dique 2, Oceana tiene la ventaja de estar a pasos de un atractivo polo gastronómico, áreas verdes y muy próximo a los principales puntos urbanos. Es una opción ideal para quienes trabajan diariamente en el centro porteño y no quieren resignar calidad y confort.

A diferencia de las grandes torres características de Puerto Madero, en Oceana se privilegió el desarrollo de un emprendimiento más bajo y abierto. Son dos edificios de ocho pisos con vistas al dique y a una plaza central que es un verdadero diferencial, ya que se trata de un amplio parque caracterizado por el verde y el agua en un diseño paisajístico único que abre nuevas perspectivas de interacción visual entre los espacios interiores y exteriores. Además, Oceana Puerto Madero cuenta con una certificación EDGE por utilizar materiales y sistemas de construcción sustentables, generando ahorros en energía y consumo de agua.

“Las unidades se entregan terminadas, con heladera, microondas y cocina. Todo es eléctrico y de última generación. Aún quedan departamentos disponibles de entre 81 y 450 m2. Y el precio incluye cochera y baulera”, detalla Marcos de Achával.

Las unidades y los amenities

En cuanto a los departamentos, todos poseen espacios amplios con detalles constructivos high-end. Hay unidades de 2, 3 y 4 dormitorios, de entre 82 y 630 m2, con extensos balcones y vistas abiertas a la plaza central y al Dique 2. En los últimos pisos se ubican los penthouses con terrazas y piscinas privadas. Las distintas tipologías de plantas suman un total de 194 unidades.

Entre los amenities, hay 7.100 m2 de áreas verdes, espejo de agua, recreation area, piscina rooftop, jacuzzi outdoor, lap pool indoor climatizada, lounge area, wellness area, gimnasio y vestuarios, entre otros. Además, Oceana Puerto Madero cuenta con ascensores inteligentes, drop off area, parking de cortesía, conciergerie y seguridad 24 hs.

Y como en toda obra de Consultatio, el arte dice presente. Oceana Puerto Madero se propuso intervenir los espacios comunes con obras artísticas especialmente concebidas para este proyecto. En este caso, las piezas seleccionadas para la plaza central vinculan la arquitectura de los dos edificios con el agua. Allí, sobre un basamento de piedra, el espejo es el soporte para desarrollar los mapas estelares de Leo Battistelli, en diálogo con las esculturas de Elba Bairon. Todo un sello de las obras de Eduardo Constantini.

Para más información, contactarse con marcos@achavalcornejo.com

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