La cercanía con Buenos Aires convierten a la la localidad uruguaya en foco de las miradas de quienes analizan tener una vida que combine Buenos Aires con un lugar en conexión con la naturaleza
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Carmelo es una de las joyas uruguayas que más atrae a los argentinos, una tendencia que viene creciendo en el último año. Es que sumado a los beneficios impositivos que el país vecino está ofreciendo a quienes decidan radicarse allí, esta localidad ofrece atributos más que codiciados antes de la pandemia, pero que redoblaron su valor ahora: contacto con la naturaleza sumado a buenos servicios, y a menos de dos horas, en lancha, de Buenos Aires.
“Es notorio que antes preferían Montevideo o Punta del Este para invertir o radicarse, pero ahora es Carmelo el que está en el foco de las miradas”, asegura “Ferdie” García Guevara, de Carmelo Real, firma especializada en la venta de tierras en esta zona.
“Se posicionó como lugar turístico ya antes de la pandemia, tanto interno como internacional cuando se podía. Acá hay cancha de golf, hoteles, colegios bilingües y desarrollo inmobiliario”, agrega García Guevara, que fue uno de los primeros en llegar y asentarse en este lugar, siempre con vista al río y con un horizonte de amplio verde por delante.
Uno de los mayores atractivos de la zona es que tiene servicio de lancha colectiva, lo que hace que Buenos Aires siempre esté relativamente cerca. Muchos argentinos, cuentan que hasta antes de la pandemia, solían planificar venir dos días a Argentina, resolver temas laborales, y volver a Uruguay para seguir trabajando remoto. Si bien esta rutina se alteró con la llegada del Covid-19, no son pocos los que esperan retomarla.
Atracciones
“Por sobre todo Carmelo es un lugar muy tranquilo, y con seguridad jurídica para quienes deciden invertir acá”, asegura García Guevara, instalado desde 2009 en las tierras uruguayas, y que desde entonces se dedica a asesorar a compradores interesados por las chacras de la zona.
Para este experto es imposible que quien conozca Carmelo quiera irse. “Acá hay todo: campo, estás cerca del río, hasta podés tener tu muelle y tu lancha. Muchos hacen el curso de timonel antes de venirse. Por el río estás a menos de 50 kilómetros de Buenos Aires”, resalta el representante de Carmelo Real. Además, existe la ventaja de los costos, porque Montevideo y Punta del Este siguen siendo más onerosos en comparación.
¿Cuánto cuesta un lote en Carmelo? Los que tienen vista al río y son de 600 metros cuadrados arrancan en US$20.000, y de ahí van subiendo. Las casas están en unos US$1200 el metro cuadrado, con un sistema de construcción llave en mano, para llegar e instalarse.
“Por supuesto, incluso con las restricciones, con la pandemia subieron los llamados de los interesados. La gente ya no quiere vivir en las ciudades. Acá es seguro, dejás el auto con la llave puesta, y tenés el pueblo para comprar provisiones a 4 kilómetros. Además, se suman las facilidades que dio el gobierno para radicarse, y que creemos continuarán cuando esto termine”, opina García Guevara.
Hay que aclarar que la pandemia no detuvo el interés de los argentinos por migrar a estas tierras. “Estoy tomando señas y compromisos de venta de manera virtual y por teléfono”, declara el representante de Carmelo Real.
Atracción instantánea
Entre los emprendimientos que hoy se destacan en Carmelo está el Carmelo Golf, a 7 kilómetros del pueblo. Son 270 hectáreas, con 220 lotes y 12 chacras. Su amenitty más llamativo es la cancha de golf, que fue destacada por la revista Golf Digest, referente de ese deporte.
“En Carmelo tenemos el camino del vino, hay varias bodegas boutique, restaurantes para salir a cenar, paseos, y hasta un hotel como el Hyatt”, cuenta Ricardo Mataloni, director Comercial de Vitrium, que oferta lotes que arrancan en los US$ 49.000.
Según este experto, el cambio en la demanda empezó a notarse a principios de 2020, y a partir de la cuarentena tanto en la Argentina como en Uruguay, el interés se multiplicó, haciendo que las consultas aumentaran hasta en un 80%. “En Uruguay podés tramitar la residencia fiscal viviendo 60 días y con una inversión de 3US$60.000. En la actualidad el 80% de nuestros compradores son argentinos”, informa Mataloni.
“El entorno en Carmelo es inigualable. Tenés quebradas, ríos, la naturaleza, poder hacer deportes acuáticos. También supermercado y una asistencia médica privada muy importante. Además, la conexión eléctrica es toda subterránea y actividades ecológicas.
Por su parte, Federico Gagliardo, presidente de la desarrolladora Vitrium, resalta lo que él considera más importante de esta localidad: “este es un pueblo de 12.000l habitantes, donde los chicos juegan en la calle como en los viejos tiempos, es un lugar de tranquilidad. Podés venir a hacer pesca sin motor, kitesurf, windsurf. En definitiva, vivir una vida más sana”.
Otro ejemplo de alguien que llegó a la zona y se enamoró es Alejandra Covello, presidente de Covello International, y por eso tienen allí oficinas hace ya más de 10 años. “Carmelo se distingue por su geografía de campo con mucho glamour”, define la experta.
En su experiencia las consultas por viviendas en el área crecieron cerca de un 30%. Como la ciudad es una de las más antiguas de Uruguay (fue fundada por el mismo General Artigas), en esta zona más céntrica hay joyas para reciclar, como viejos hoteles y casas con estilo colonial que siempre vale la pena el esfuerzo por ponerlo en valor y conservarlo. “Incluso, creemos que es ideal para desarrollar edificios”, sostiene Covello.
En primera persona
Luis Pastorini tenía ya decidido dejar atrás Buenos Aires, y Carmelo es su futuro lugar de residencia. “Tengo la experiencia de haber vivido en Punta del Este, y ahora a punto de jubilarme el proyecto es migrar allá. Amo Buenos Aires, tengo mi club, mis amigos, pero me llama la cultura que hay en esa zona uruguaya, me llama esa filosofía de vida”, cuenta.
Sabiéndose a hora y media de la capital porteña, Luis compró un terreno en Las Perdices, a 4 kilómetros de Carmelo. “Es una chacra, sobre un riacho, y ahí tenemos ya nuestro muelle”, describe. Mientras tanto, sigue con su trabajo de arquitecto de modo remoto y ya cuenta con una embarcación para moverse libremente apenas se pueda. “Hicimos la compra vía telefónica, durante la cuarentena”, resalta.
En cambio, Santiago Sanz es ya un vecino de Carmelo, pues lleva una década viviendo allá. “Me vine por dos años a gerenciar el Carmelo Golf, pero nos quedamos”, dice sonriendo. Con sus tres hijos, él y su mujer están completamente adaptados al estilo de vida que propone la localidad.
“Los chicos acá la pasan bárbaro, están muy copados. El colegio bilingüe abrió hace 6 años, así que todos es nuevo, ellos lo estrenan. Son pocos chicos en cada grado, y tienen un método de enseñanza para las matemáticas que se brinda en Singapur. Lo mismo el centro de salud, hay teatro; todo está creciendo”, relata Sanz.
Conforme fueron pasando los años, el ir y venir que Santiago mantuvo los primeros años se fue apaciguando. “Este es un lugar al que te vienen a visitar y se quedan unos días, eso también suma para elegirlo. Es otra vida, otro respeto: acá la gente frena en las esquinas y deja pasar al otro”, concluye.
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