El mercado crece con nuevos proyectos en el país, apunta a los pequeños inversores y exige un desembolso de $ 290.000
En la memoria de algunos pueden pasar programas estadounidenses como Storage Wars o Storage Hunters, que consisten en el remate de depósitos o bauleras cuyos dueños abandonaron o dejaron de pagar y, los bienes que contienen, se rematan al mejor postor. Es que el negocio de self storage nació en los Estados Unidos en la década del 70 y luego se expandió a Europa y algunos países de Asia. Se trata de complejos que contienen espacios individuales a los que se accede a través de una persiana que los clientes alquilan para guardar desde motos y muebles que quedaron de una mudanza hasta documentos valiosos.
De acuerdo a datos de Colliers International, en los últimos años se convirtió en un sector sofisticado de la industria de real estate, con particularidades en cuanto a su manejo y administración. En el mundo, hay más de 60.000 establecimientos de self storage de los cuales más de 54.000 se encuentran en los Estados Unidos, con una demanda anual estimada de 2000 a 3000 nuevas instalaciones. En 2016, los ingresos del sector alcanzaron los US$ 32.700 millones con un crecimiento de 7,7 por ciento anual entre 2012 y 2017, lo que lo convirtió en el negocio de bienes raíces de más rápido crecimiento registró en los últimos 38 años. En el mercado estadounidense, los principales players ya tienen varias décadas de historia. En el último tiempo se ha dado un proceso de concentración: las principales empresas han crecido mucho mediante la adquisición de operadores de pequeño y mediano tamaño. La industria del self storage en los Estados Unidos es, por lo general, un negocio familiar. Por ingresos, los mayores jugadores son Public Storage (que factura US$ 2560 millones), Extra Space Storage (US$ 991 millones) y CubeSmart (US$ 510 millones).
Con 600 self-storage América latina no está fuera de este negocio. De hecho, la tendencia se desplaza hacia el sur de la región principalmente en México y Brasil. El valor promedio de las unidades en la región es de US$ 12/m2, con variaciones entre los US$ 7 y US$ 20/m2, dependiendo del país –México, Bogotá, San Pablo y Rio de Janeiro son los mercados que registran los precios más altos– y de si está ubicado en una zona urbano, según datos de Colliers. El relevamiento agrega que 80 por ciento de las empresas asegura que tiene planes de expandirse en los próximos 12 a 24 meses.
La versión local
En la Argentina hay players que se dedican hace años al negocio. El mercado de depósitos tiene una presencia importante por fuera de los límites de la Capital Federal. El inventario de estas instalaciones en el Gran Buenos Aires alcanzó casi los 2 millones de metros cuadrados en el primer trimestre de 2017, según un relevamiento de Newmark Grubb. La superficie representa alrededor del 50 por ciento de la oferta nacional y el valor de la renta promedio ascendió a US$ 7 mensuales por cada metro.
En Nordelta, se lanzó Urban Storage, un nuevo concepto en soluciones de guardado que ofrecerá un espacio de almacenamiento por medio de un contrato mensual donde el propietario o inquilino coloca su candado y tiene acceso exclusivo a la unidad. El proyecto de la constructora Criba ofrece una alternativa práctica de almacenamiento para las 100.000 personas que habitan y operan comercialmente en la zona. Está dirigido a individuos que buscan una solución para procesos de mudanza y reformas de viviendas, guardado de autos, motos, artículos deportivos, y hasta para empresas, que necesitan ampliar su espacio de almacenaje de stock de productos y materiales, documentación o archivos o maquinarias pequeñas. Este es, según los especialistas del sector, uno de los puntos fuertes de negocio: la base de rentadores va desde individuos hasta grandes empresas y pymes.
“En esta fase de prelanzamiento, están disponibles las unidades para la venta. Es una alternativa muy atractiva de inversión teniendo en cuenta el proyecto, la modalidad y el target al que está dirigido”, explicó Graciana Calcavecchia, directora Comercial de la constructora. El proyecto que se finalizará en febrero de 2018 cuenta con 350 unidades dispuestas en tres módulos de planta baja y uno de tres pisos que se venden desde los $ 290.000. Las unidades tendrán una superficie de entre 8 y 30 m2.