Cuando el crédito hipotecario hizo su reaparición a través de las UVAs en 2018, todo hacía pensar que el despegue para el mercado de real estate iba a ser definitivo. Sin embargo, la ilusión duró tan sólo unos meses. Justo cuando los desarrolladores se aprestaban a apostar a atender al déficit habitacional, que en lo que a viviendas nuevas refiere alcanza 1200 unidades, no tuvieron otra opción que volver a dedicarse a la demanda que dinero en mano podía invertir en propiedades.
El cambio de las reglas de juegos no es nuevo para el sector, pero la necesidad de hacer algo al respecto es hoy prioritario. Así lo expresaron en el 8vo Coloquio de la Vivienda llevado a cabo por la Asociación de Empresario de la Vivienda (AEV). En ese sentido Gustavo Llambias, vicepresidente de AEV fue determinante. "No estamos en un momento que nos ponga contentos. El año pasado dimos por inaugurada la década de la vivienda porque las condiciones para el mercado inmobiliario estaban cambiando. Los créditos UVA, de los cuales se emitieron 100.000 en un año estaban empezando a dar frutos y mostrar una recuperación en el mercado", recordó pero indicó que para que el sistema crediticio funcione se necesitan tasas de inflación de un digito, y hoy con una estimación del 40 por ciento, el crédito es inviable.
"En la Argentina no logramos que el sector tenga el desarrollo que deba tener. Dicen que en cada crisis hay una oportunidad. Estoy harto de las oportunidades. Me gustaría que dejáramos de tener crisis y que podamos dedicarnos a innovar y atender mercados más grandes", remarcó.
Debido a este contexto, desde el sector proponen ir un paso más allá de sus propios negocios y establecer una agenda abierta conjunta de la cual surjan propuestas que pueden elevar a los gobiernos nacionales y provinciales. "Hoy venimos a intentar presionar, guiar, inducir, cuestionar y peticionar a los gobiernos de turno para que haya más viviendas y para eso tiene que haber estabilidad económica. Argentina lleva 70 años de cíclicos fracasos y la población argentina debería tener acceso a la vivienda", explicó Llambías.
Por su parte Damián Tabakman, Presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), destacó la necesidad de hacer esas peticiones de cara a las elecciones del año próximo. "Es el momento de armar propuestas para acercarles a todos los candidatos. Consesuar con inmobiliarias, desarrolladores, constructores y otros actores del sector. Esta es la agenda urgente de los próximos meses. Y puertas adentro debemos comprometernos para desarrollar mejor". Gonzalo Monarca, presidente del grupo Monarca coincidió: "Es necesario mostrar al empresario como un motor de la economía local y que desde el Estado entiendan esto. Hay que buscar una propuesta para que modifiquen los impuestos sobre quienes invierten en desarrollos locales o en quienes generan empleos, por ejemplo". Por su parte, Miguel Camps, Presidente de AEV Argentina destacó que existen múltiples disciplinas e ingredientes que hacen que los desarrolladores sumado a las tecnologías disponibles generan más oportunidades aún en momentos de crisis. Precisamente este es uno de los puntos en los cuáles la industria se apalanca para buscar apoyo para el sector.
A su vez, durante el coloquio se hizo referencia a un informe de la publicación The Economist que ya en 2003 daba cuenta de la importancia del real estate en la economía de los países desarrollados. Según ese relevamiento, el negocio de los emprendimientos inmobiliarios es el más grande del mundo y representa el 15 por ciento de todas las economías desarrolladas, incluyendo este sector en sí y todos aquellos que se relacionan con él. Asimismo dos tercios de los bienes tangibles de esos países son inmuebles. Este panorama de la actividad muestra a las claras la importancia de esta industria. "El tema es reivindicar la figura del empresario desarrollador que genera trabajo", sostuvo Santiago Tarasido, CEO de la constructora Criba. "Soy optimista aún en este contexto. Se pueden hacer las cosas bien, y no hablo de empresas grandes, chicas o unipersonales; obra pública o privada, en todos los casos se pueden hacer grandes cosas", agregó.
Por su parte, Lucas Salim, CEO del Grupo Proaco y directivo de la Cámara Empresarial de Desarrollistas Urbanos Córdoba (CEDUC) se lamentó por lo que también sucede en el interior del país. "Todos los años pensamos que lejos estamos de los años buenos. La actividad del sector se encuentra al 50 por ciento y eso es preocupante".
"En un país que tiene una crisis cada cuatro años uno sabe cuando arranca un proyecto que le va a tocar una crisis. Sin embargo lo hace y acá estamos", expresó Llambías destacando la resiliencia del sector. "No es razonable que ese esfuerzo, creatividad y pasión se vea interrumpida cada dos por tres para ver como reconstruimos valor después de un proceso de destrucción de valor", concluyó.