El pie de los corredores absorbe una enorme cantidad de estrés durante el entrenamiento, ya que se calcula que recibe entre tres y cuatro veces el peso corporal por cada paso. Las lesiones ocurridas en el pie influyen y reflejan problemas en otras partes del cuerpo; las más comunes son fracturas por estrés, tendinitis e irritaciones en la fascia.
Hay factores intrínsecos como falta de entrenamiento, desbalance o acortamiento de ciertos músculos, que producen una gran inflamación en el plantar facial. Una incorrecta técnica en la corrida, produce un mayor número de impacto cuando toma contacto con el piso.
El corredor que posee un arco vencido (pie plano), provoca en su marcha un excesivo apoyo interno (se lo llama pronador) y la lesión frecuente es inflamación del plantar y del tibial posterior. Hoy con el avance del calzado deportivo encontramos que las distintas marcas han sacado al mercado productos técnicos que cubren las necesidades del perfil.
Cuando encontramos un pie con un arco muy pronunciado suelen ocurrir lesiones como tendinitis en el tendón de Aquiles y fractura por estrés en la parte superior del empeine. Estos casos por lo general apoyan con mayor acento la parte exterior del pie, son llamados supinadores, y también podemos sumarle como lesión algunos dolores en la zona pélvica.
La definición de fractura por estrés es una serie de microfracturas causadas por impactos de bajo traumatismo en repetidas secuencias de actividades como running, danza, básquet y voley. Existen dos teorías por la que ocurren: una por fatiga muscular debido a un aumento considerable en el volumen de entrenamiento, sin tener en cuenta el perfil del corredor, que no permite que los llamados músculos esqueléticos funcionen y soporten los impactos de manera correcta. Cuando la tolerancia es excedida se producen estas lesiones. Y segundo, el acortamiento pronunciado en los músculos posteriores, lo que provoca una tensión superior sobre los huesos. Normalmente esto actúa sobre la tibia y la fractura ocurre muy cerca del maléolo.
Los factores extrínsecos son una mala elección del calzado, dado que no podemos tener en cuenta si las superficies son blandas (pasto, tierra, arena) o duras (asfalto), ya que la mayoría de las carreras en la ciudad son por las calles. Otro es una mala planificación en el entrenamiento, que provoca errores sobre la carga. Elijan calzado de acuerdo a su pisada y no dejen de elongar que es una herramienta segura y eficaz para evitar muchos problemas.
El autor es Profesor de Educación Física (xrace2000@yahoo.com.ar)