Debe haber pocas tareas tan gratificantes como la creación de una nueva flor o la domesticación de uno de los tantos yuyos que pueblan nuestros baldíos, para transformarlo en una planta de jardín. Ésa es la principal tarea del Instituto de Floricultura del INTA Castelar, que culminó el año con una reunión de productores. El propósito es que la floricultura incorpore esas novedades, que la ganancia que genere no recaiga en empresas extranjeras, sino en organismos científicos nacionales, y que nuestra jardinería se enriquezca con estas investigaciones.
Con el pintoresco nombre de Calibrachoa se exhibe una florida plantita de alrededor de 25 centímetros de altura, que se asemeja a una pequeña petunia, recolectada en zonas de nuestra Mesopotamia. Mediante las mejoras que le han realizado, han logrado que forme una densa mata de hojas enteras, abundantes y prolongada floración de muy variados y vivos colores. Lucen desde septiembre hasta abril en canteros o macetas, aisladas o grupales. Requieren pleno sol, riego y suelo rico con buen drenaje. Se reproducen por estacas.
Las Glandularias son viejas conocidas, y una de sus especies, la Glandularia peruviana era muy popular con el nombre de Margarita punzó. Nacía sola por el campo bonaerense, era silvestre con tallos rastreros de color rojo o lila. Según explican, sólo se han seleccionado dos clones con matas más densas y tallos erectos.
La Nierembergia es una plantita que crece silvestre por el centro del país, la he visto al costado de una calle, en Alta Gracia, Córdoba. Aún considerada como yuyo es muy bonita, ya que forma una copa redondeada, que se cubre de flores blanquecinas. Se trata de la Nierembergia hippomantica, una solanácea tóxica para el ganado. El cultivo logró plantas compactas, que miden hasta 40 centímetros de altura con floración desde la primavera hasta el otoño. Son aptas para macetas, borduras y grupos. Como son de clima naturalmente más seco, conservan las características de ser buenas y se contenta con el suelo común de jardín y bajas necesidades de riego. Se han obtenido diferentes tonalidades azul y blanca, y es de mucho atractivo en el jardín, donde se luce en grupos, bordes y macetas. Se reproducen por estacas.