El proyecto contempla la construcción de 1200 unidades en un área comprendida por los barrios de Lugano, Villa Riachuelo y Soldati; al finalizar la competencia deportiva se ofrecerán en venta
La zona sur de la ciudad de Buenos Aires quedó durante años relegada a su suerte. Los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizarán en 2018 en suelo porteño se convirtieron en la mejor “excusa” para refuncionalizar la comuna comprendida por Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati, un área a la que los desarrolladores inmobiliarios le dieron la espalda durante años.
El proyecto que fue iniciado por el Gobierno de la Ciudad no sólo tiene el objetivo de albergar a los 3800 atletas y sus acompañantes, sino también revitalizar esos barrios con una mirada de largo plazo.
Sucede que, durante mucho tiempo, esta zona fue creciendo acorde a la necesidad de sus vecinos, en muchos casos con la construcción de viviendas precarias y fue abandonado a su suerte por muchos gobiernos. Hoy al igual que se da la transformación de Parque Patricios o La Boca, el sur tiene la oportunidad de reconvertirse.
Tras competir con ciudades como Glasgow (Escocia) y Medellín (Colombia), el Comité Olímpico Internacional eligió a Buenos Aires como sede para lo que es una de las competencias más importantes a nivel internacional. El motivo de la elección se relacionó directamente con la inicitiva de hacer un barrio nuevo desde cero y dejar un “legado”, tras el evento deportivo.
“Con la Villa Olímpica de la Juventud seguimos avanzando en el desarrollo de la zona Sur de la ciudad. Los ojos del mundo van a estar mirando a Villa Soldati durante los juegos: recibiremos a más de 3000 atletas de 200 países que vivirán y competirán en varias disciplinas en el barrio. A través del deporte no solo vamos a transmitir los valores de paz e integración, sino que también sumaremos insfraestructura de calidad para el disfrute de todos los vecinos. Un nuevo polo de desarrollo nace y estamos felices de participar en ese proceso”, resalta Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad.
Impulso residencial
En el predio ubicado entre la Avenida General Francisco Fernández de la Cruz, Escalada, Coronel Roca y la Autopista Presidente Cámpora se emplazará la nueva Villa Olímpica. Allí se levantarán 31 edificios, que al finalizar la competencia se transformarán en viviendas, disponibles a través de créditos blandos que administrará el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC). Serán los vecinos de la zona sur los que tendrán prioridad en el otorgamiento de esos inmuebles, dado que en el proyecto inicial se estableció que los desarrolladores garanticen que al menos un 10 por ciento sea comercializado mediante contratos de leasing para la comuna. Sucede que el 32,9 por ciento de la población de esos barrios vive en villas y asentamientos, según el censo de 2010.
Para eso, se están construyendo 125.000 m2 conformados por alrededor de 1200 viviendas de 1, 2 y 3 ambientes, en edificios de seis pisos cada uno. En el proyecto trabajan las empresas Emaco–Lanusse, Bricons, Dicasa, Criba, Cavcom, Constructora Sudamericana, Cunumi, Constructora San José y Vidogar Construcciones. Sólo las viviendas, con los locales comerciales que se construirán complementándolos, alcanzan una inversión cercana a los $ 2000 millones.
“La iniciativa de llevar este gran evento internacional a la Comuna 8 se da en el marco de una decisión estratégica de continuar con las políticas de desarrollo del Sur de la Ciudad”, explican desde el Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología porteño.
En el mundo las Villas Olímpicas se levantaron para rendirle homenaje al deporte. Algunas de las ciudades más importantes donde se desarrollaron estos eventos, transformaron estos predios en una gran atracción turística. Sin embargo, otras quedaron olvidadas en el tiempo y hoy sólo son un monumento de decadencia.
Entre las que se transformaron en verdaderas ciudades con complejos habitacionales que se integraron a la estructura de la ciudad, se encuentra la del sur de la ciudad de México, quien celebró los Juegos Olímpicos en 1968. Hoy se la conoce como Unidad Habitacional Villa Olímpica Libertador Miguel Hidalgo.
Algo similar ocurrió en Sidney, Australia, después de los Juegos del año 2000. El gobierno de ese país decidió que era mejor idea convertirlo en un complejo residencial, hoy conocido como Sydney Olympic Park. La particularidad de este emprendimiento es que está íntegramente dotado de tencnología sustentable. También Londres, luego de celebrar los juegos de 2012, convirtió las instalaciones en un complejo residencial.
Posicionamiento inmobiliario
Desde el Gobierno apuestan a la refuncionalización de la zona para atraer a empresas privadas a que apuesten por esos barrios y aseguran que existen muchos interesados en participar del proyecto y hacerse de las tierras. De hecho, Jorge Pérez, el hombre que lidera The Related Group y que construye un proyecto de US$ 250 millones de inversión en Puerto Madero confesó su interés por apostar al área.
La puesta en valor de la zona, de la mano de un evento tan importante, genera gran expectativa en el mercado inmobiliario. Por caso, en ejemplos similares en otros países del mundo, se pudo ver que esas ciudades o zonas avanzan en cinco años con obras que comúnmente requieren 25 años.
Asimismo, los precios de la zona podría revalorizarse gracias a la llegada de nueva infraestructura, como lo son la mejora de la conectividad, calles y medios de transporte, así como el nuevo plan hidráulico que evitará inundaciones.
Hoy en día el valor de la tierra en la zona promedia los US$ 325/ m2,según el sitio Reporte Inmobiliario, el más bajo de la ciudad, pero con el crecimiento de éste lugar podría incrementarse hasta tres veces, según estiman los analistas.
El bajo valor que posee la tierra, se debe principalmente al entorno de esos barrios, donde casas precarias, una escasa infraestructura y problemas de inseguridad, limitaron la llegada de inversiones privadas. Aunque se espera que la Villa Olímpica revierta estas condiciones, los desarrolladores inmobiliarios todavía se muestran desconfiados sobre el futuro de la zona.
La reconstrucción
El proyecto deportivo que estará a punto para cuando se de la largada de los Juegos, el primero de octubre de 2018, se complementará con la puesta en valor del Prémetro, la recuperación del edificio abandonado denominado Elefante Blanco, donde se trasladará el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, las mejoras en el hospital Cecilia Grierson, la urbanización de la Villa 20 y la suma de nuevos establecimientos educativos. Del mismo modo, desde Modernización trabajan en la renovación del Autódromo con un importante desarrollo comercial del sector, mientras que la cartera de Ambiente y Espacio Público recuperará la reserva Parque Natural Lago Lugano. A ese espacio verde se sumará un nuevo predio de 50 hectáreas en el ex Parque de la Ciudad, que se realizará a través de un concurso público para reconvertir el área. Estas obras además están acompañadas un Plan Hidráulico para evitar inundaciones, que contempla el ramal Escalada, que comenzó en octubre de 2016 y finalizará en octubre 2017 y consiste en un sistema de cañerías de 2,40 metros de diámetro destinado a evacuar el excedente de agua del barrio 20 y que llegará hasta el lago Lugano; y el conjunto de obras de la Cuenca Cildañez: 3 ramales (Asturias, Villa 6, Nágera) y el área de retención transitoria de excedentes hídricos. En el Parque Olímpico en sí, que se levantará del otro lado de la avenida Roca, competirán los deportistas en 13 disciplinas. Allí se destinará una inversión de US$ 60 millones, para la construcción de pabellones, piletas olímpicas, canchas, gimnasio y vestuarios, entre otras comodidades y será uno de los complejos deportivos más modernos que le quedarán a la ciudad.