Invertir en ladrillo: la mejor opción

El 2020 ha sido un año complejo. La pandemia puso al mundo en pausa y el orden económico tal como era conocido o concebido entró en crisis. El mercado inmobiliario no escapa a esta situación. Sin embargo, el estudio que la firma Newmark llevó adelante en los últimos meses demuestra cómo en los últimos veinticinco años este mercado ha tenido los rendimientos más estables en dólares, convirtiéndose en el refugio de valor ideal considerando las rentas y capitalización. Se trate de obras en pozo o terminadas y con renta, residencial, comercial o logística, la inversión en ladrillo siempre es la mejor alternativa.

Caracterizada por una resiliencia que no se encuentra en otro rubro, la inversión inmobiliaria sostuvo su valor de reposición, superando en los últimos años diversas crisis como la denominada “Tequila”, la devaluación brasilera, la crisis del 2001, el “sub prime” del 2008 y los difíciles 2015 y 2018, llegando hasta el contexto actual de pandemia. El repaso por todos estos hitos permite observar que en todo momento ha mantenido fuertes valores en dólares, incluso hoy, que las rentas son las más bajas en años, producto de la situación macroeconómica y la dispersión de los diferentes tipos de cambios actuales. De acuerdo al estudio de Newmark, esto se vuelve aún más evidente en las inversiones en el mercado corporativo, donde las oficinas y los depósitos logísticos se convierten en los productos destacados.

Emprendimientos que ganan fuerza

Con once años de PBI sin crecimiento y sin importar el presupuesto, la nueva oferta de oficinas y vivienda impulsadas por la baja en dólares del costo de construcción consolidan esta tendencia y los desarrolladores están lanzando grandes proyectos. Contra la incertidumbre que el COVID-19 impone en la vida cotidiana, el sector inmobiliario invierte con la certeza de ser la mejor opción para canalizar los ahorros tanto de individuos como de corporaciones en un contexto de alta volatilidad. Así, barrios como Catalinas II, la consolidación del nuevo frente de la ciudad sobre el río, Barracas, el centro, Núñez y el corredor norte se suman a los barrios ya tradicionales con opciones de inversión.

Por otra parte, el crecimiento del e-commerce desarrolló el mercado de depósitos de última generación y de proximidad, generando también grandes oportunidades para rentistas y desarrolladores.

Según el estudio mencionado previamente, pese a las sucesivas crisis económicas e institucionales los inmuebles fueron, son y serán, más allá del refugio temporario de valor del “dólar ladrillo”, el modo de obtener utilidades y aumentar el valor del patrimonio a lo largo del tiempo en nuestro país, tal como ocurre en los grandes mercados del mundo. Un punto importante es que la decisión, valuación, gestión y administración de la inversión son claves, por lo que es imprescindible contar con los conocimientos de una voz con experiencia en el mercado, tal como posee la firma Newmark.

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