Para el sector inmobiliario, termina un año definitivamente para olvidar, que viene a agravar una situación lastimosa iniciada con el cepo. Como los inmuebles no bajaron prácticamente nada, aunque están caros para el poder adquisitivo de los argentinos, la parálisis continúa. Los que creen que la economía va a remontar (cosa que nadie puede asegurar), piensan que será mejor comprar más adelante, cuando el panorama se vea más claro, de modo que siguen esperando para la desesperación agónica del sector.
Sin embargo, con una visión panorámica un poco más amplia, el porvenir se puede ver de otra forma. Entre el segundo semestre del año entrante y el 2016, nuestro país será otro y el flujo de capitales cambiará. Entrarán fondos en volúmenes relevantes, que encontrarán pocos activos de calidad para comprar, lo cual automáticamente los revalorizará. El mercado de capitales reverdecerá y el sector inmobiliario también, augurando hacia adelante el regreso de los créditos hipotecarios generalizados, como sucede en todas partes del mundo, incluso en América latina. Los precios de las propiedades, que hoy nos resultan caros, se incrementarán significativamente para ponerse en línea al menos con la región, y ello impulsará nuevamente a los desarrolladores a encarar emprendimientos novedosos, atractivos y creativos, que retroalimentaran aún más la demanda.
Estamos por ingresar a un periodo muy interesante para el Real Estate local. Hay fondos del exterior importantes que se están anticipando y empiezan a ver negocios en nuestro país. Por ahora sólo se concentran en activos financieros con oferta pública, pero de a poco se van animando a evaluar otro tipo de proyectos. Los propios argentinos, en especial los más sofisticados en materia de inversiones, están en idéntico camino. Y los desarrolladores locales se empiezan a preparar.
Este año hay que destacar el trabajo de quienes con creatividad, iniciativa y audacia, lograron objetivos muy importantes. Todo este proceso de fabricación de activos inmobiliarios de calidad, con atributos diferenciales e innovadores, están en cabeza de emprendedores que ven más allá de un contexto de corto plazo simplemente malo.*El autor de esta nota es presidente de APPI