Surgen nuevas propuestas que son verdaderas novedades para el real estate del selecto balneario uruguayo, uno de los destinos preferidos por los argentinos a la hora de planear sus vacaciones
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Si bien José Ignacio se caracterizó siempre por ser una zona de casas y chacras, este verano se suman nuevas propuestas de inversión en el exclusivo balneario. El turismo post-Covid ha generado una nueva demanda en el país vecino, que busca flexibilidad y comodidades.
En este sentido, nuevas apuestas apuntan al esquema de condo-hotel - en el cual las habitaciones pertenecen a inversores individuales - para atraer a otro rango de turistas y convertirse un punto medio entre las casas y los hoteles.
Uno de los proyectos que pisa fuerte esta temporada es Anastasio Hotel & Beach Club, que nació en 2016 como lugar de playa dentro de la estancia Anastasio.
Emplazado en una de las ubicaciones más valoradas de la Playa Brava, este verano abre las vilas “Apart”. El complejo ofrece la posibilidad de adquirir unidades de uno, dos y tres ambientes con superficies de 36, 48 y 84 metros cuadrados: se entregan listas para vivir, con kitchenet y terraza propia.
“Aparts on the Beach es un consorcio de apartamentos con un sistema de uso y renta″, apunta Miguel Camps, presidente de Argencons, la desarrolladora a cargo del proyecto, y añade que se trata de la única propiedad horizontal sobre la playa Brava.
¿Cómo funciona? Abonando expensas como en cualquier consorcio, cada propietario de un apart puede usar su unidad libremente - con los servicios de conserjería, servicio de mucamas y ropa blanca incluidos- y sin límite de tiempo. Y cuando los propietarios no las utilizan, el sistema condo Hotel permite alquilarlas con una tarifa hotelera en beneficio del conjunto de participantes. Los precios de las unidades studio parten de los US$190.000 y la rentabilidad, según la temporada, varía entre el 3% y el 7% anual.
La otra apuesta de la temporada es Casagrande Hotel & Beach Club. Ubicada en el km 182,5 de la Ruta 10, en la entrada de José Ignacio, el proyecto combina el bosque pinos con el mar de playa Mansa. El complejo que abrirá sus puertas en los próximos días, cuenta con 59 habitaciones y apartamentos de 1, 2 y 3 dormitorios, con superficies desde los 47m2 hasta los 200m2. En este caso, también se trata de un modelo de negocio condo-hotel con valores de venta de las unidades que arrancan en los US$285.000 (1 dormitorio), US$375.000 (2 dormitorios) y hasta los US$760.000 (3 dormitorios).
Con el 96% del proyecto vendido, estiman que el proyecto deja una renta neta anual del 6% en dólares. Además, el proyecto posee cuatro locales comerciales que parten desde los US$160.000 mientras que el más caro se eleva a US$230.000, y ya fue reservado.
Diseñado por el estudio de arquitectura Planta, la construcción sustentable combina cocinas integradas con grandes ventanales que ofrecen gran luz natural y vistas al bosque o al océano, y amplias terrazas privadas Además, cuenta con actividades como yoga, gimnasio, bicicletas, pesca, surf & paddleboard, cuidado de niños y servicio de niñera, actividades infantiles, kite surfing, equitación y kayak, y un pool bar abierto durante el verano.
Con un método de construcción sustentable que utiliza materiales reciclables tanto en la estructura como en los elementos de terminación, el proyecto cuenta con múltiples fuentes de energía renovable y sistema de reutilización de aguas residuales.
“Casagrande va a llenar el espacio entre la hotelería tradicional y las casas”, apunta a LA NACION, Federico Blizniuk, director de Tay Group, la empresa que comercializa el desarrollo junto a KP Uruguay.
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