Un famoso cantante compró una mansión por US$70 millones con cancha de tenis y baño turco
The Weekend desembolsó la increíble suma que incluye un gimansio, un estudio de música y hasta una inmensa pileta
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Las megainversiones inmobiliarias de los artistas internacionales no dejan de impresionar a sus seguidores. The Weekend, el reconocido cantante pop de 31 años, rompió todos los chanchitos y compró una mansión impresionante por la gran suma de US$70 millones, en California.
Ubicada en el club de country Bel Air, la propiedad de 3065 m² se sienta sobre un terreno de casi el doble de superficie, precisamente de 6500 m² en total. Tiene nueve habitaciones, una cancha deportiva, un spa con sauna, un baño turco (hammam), una pileta cubierta y otra al aire libre, una sala de cine, un gimnasio y un estudio de música.
De estilo mediterráneo fusionado con el contemporáneo, los dueños originales redoblaron la apuesta y a los US$21,4 millones que invirtieron cuando la compraron en 2015, le sumaron ampliaciones para casi triplicar su valor en el mercado. Espaciosas escaleras, una terraza y un gran estanque dentro de los límites de la propiedad son apenas algunos de sus atractivos.
La sala de estar tiene una chimenea de mármol oscuro, está decorada con una fuerte presencia del color naranja que contrasta con los marcos de las ventanas negros. El piso se destaca también por estar forrado con una alfombra particular, que tiene rayas disparejas en tonalidades claras y azules oscuro.
Sillones circulares de distintos tonos marrones conjugan los colores tierra de la sala, ofreciendo una estética moderna e impactante.
En el frente de la casa, una pileta de en sueño con cascada recibe a los invitados que desean darse un chapuzón en un caluroso día en Los Ángeles. Con escaleras que se sumergen, la estructura es rectangular y tiene el agua llena hasta el borde para simular un bloque perfecto transparente.
A un costado, sillones de madera con almohadones blanco completan el ambiente exterior para pasar la tarde al aire libre, disfrutando de la verde vista de árboles que rodean la casa.
Esta no es la única pileta en la casa. Por dentro, una gran masa de agua está rodeada de una hilera de paredes de un brillante mármol blanco y negro, con iluminación tanto adentro como afuera.
Los vendedores de la propiedad eran el magnate de los medios de comunicación holandés Reinout Oerlemans y su esposa, quienes se desprendieron de la casa después de que los agentes inmobiliarios Rayni y Branden Williams de Beverly Hills Estates los convencieran de ponerla en venta.
LA NACION
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