Los altos precios de Miami generan que los inversores miren oportunidades inmobiliarias en lugares con una ubicación central, playas y buen clima de negocios
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Ciudad de Panamá.- Hace 40 años, Philip Spiegelman - reconocido como uno de los expertos más exitosos e influyentes del mundo en el marketing-.imaginó el potencial de Miami como la ciudad cosmopolita que es hoy. Como cofundador de International Sales Group (ISG), vendió miles de millones de dólares y difundió la ciudad en cada rincón de Latinoamérica. Pero hoy, en este nivel de precios altos, dice que ya no apuesta a esta ciudad. Spiegelman es uno de los tantos que ahora desembarcó en otra metrópoli que también mira con sus rascacielos hacia el mar, tiene plameras, playas y aguas turquesas, una locación en el medio del continente y con un ambiente propicio para los negocios. Hoy, es uno de los tantos que pone su voto en Panamá, a la que imaginan como la hermana menor de Miami.
“La veo como un área donde confluyen oportunidades, diferente a lo que está pasando en el resto del mundo. Veo a los EE.UU. en el ambiente político más disfuncional en toda mi vida. La economía de Canadá está en baja. Todos los países en Latinoamérica están en problemas. En mi experiencia, cuando introduje a Latinoamérica en Miami en los 90, era usualmente uno o dos países a la vez que tenían problemas económicos o políticos. Hoy todos los países tienen un problema, y muchos tienen más de uno. ¿Dónde en el hemisferio occidental hay un lugar seguro para gente que quiere invertir, vivir part time o full time? Yo puse el foco en Panamá”, cuenta el empresario de real estate, que viajó desde Miami para recorrer el país y conocer potenciales locaciones.
En efecto, varios colegas del sur de Florida están en la misma sintonía. Spiegelman, junto con el presidente de Panamá, Cortizo Cohen, desarrolladores, abogados de migraciones, artistas y empresarios, redactaron el Panamá Report, que muestra la evolución del mercado inmobiliario y tendencias históricas y actuales. Una especie de guía presentando Panamá ante el mundo.
Según Spiegelman, los desarrolladores de Panamá se han recostado históricamente en el mercado local. “Construyen un edificio que les gusta a ellos, sus amigos compran el 50% y ven a quién le venden el resto. Mi visión para el futuro es que deben crear proyectos con servicios, amenities, locación, estilo de vida. Hoy pasé el día en Bocas del Toro, hay hermosas playas. Es un paraíso y nadie sabe que existe”, comenta.
Budy Attie es director de Durex Property Group, un empresario inmobiliario especializado en proyectos de lujo. Su proyecto, La Maison, diseñado en colaboración con la marca italiana de moda Fendi, es el complejo residencial más nuevo y costoso de Panamá. Al igual que en Miami, las nuevas construcciones se identifican con una firma de lujo, un sello que marca una imagen. Su proyecto actual, Wanders & Yoo (con la marca de Marcel Wanders, icónico diseñador y creativo holandés), consta de dos torres unidas por un puente en altura. Uno de ellos ya está para habitar y el total del complejo lleva el 80% vendido. “Panamá históricamente es un crisol de nacionalidades, un área de comercio. La relocación de personal busca edificios de calidad, mucha gente compra amueblado este tipo de producto, mientras en un edificio tradicional no vendo casi nada amueblado”, cuenta Attie.
Un departamento de lujo de tres dormitorios en Wanders & Yoo cuesta US$600.000, completamente listo para entrar con el cepillo de dientes. El propietario debe pagar un mantenimiento mensual, que en este caso es de US$425, y un impuesto anual que ronda los US$4500. Sin embargo, existe una normativa por la cual quien compra queda exonerado de pagar dicho impuesto por los primeros cinco años.
Spiegelman hace la comparación del Wanders & Yoo con la misma calidad en otra parte del mundo. “Hoy se ofrece real estate de lujo en Panamá por US$4000 el metro cuadrado para entrar a vivir. La misma propiedad en Miami, Londres, París, Dubái, Singapur, Beijing cuesta US$25.000, US$30.000 y hasta US$40.000/m². Esto es una ganga”, define.
La mini Miami: ser y parecer
Fernando Valdivieso, asesor inmobiliario de The Valdivieso Group, con base en Miami, asegura que “hace unos 15 años Panamá empezó a moverse. Miami nunca dejará de ser Miami, pero hoy veo a Panamá más fuerte, porque la ciudad ha cambiado. Si vemos los edificios es un mini Miami. Lo repito, no es y nunca lo será, pero se está pareciendo”, sintetiza.
El empresario empezó a vender Miami en los 90 y sostiene que la mayoría de sus clientes han sido argentinos. “He vendido más de US$1000 millones. Los precios de Miami están altos en algunos proyectos, mientras que en Panamá son muy competitivos, el idioma facilita y también los créditos. No podemos comparar las playas de Miami con las de Panamá, pero cuando hay inversores o clientes que desean hacer una inversión inmobiliaria y no piensan en un país específico, Panamá se vuelve interesante. Una inversión de US$400.000 o US$500.000 en Miami no es fácil, acá hay productos de calidad y el desarrollador firma una renta garantizada por dos años. Hay departamentos que pueden costar la mitad, hay muchas facilidades e incluso se puede obtener la ciudadanía”, relata Valdivieso.
El mercado de renta, afirman, es principalmente internacional. “A diferencia de otros mercados, Panamá tiene más de 180 multinacionales con sus operaciones regionales en Panamá City. Acá vienen los ejecutivos bien pagos y necesitan un lugar donde vivir. No compran de inmediato, primero alquilan”, dice Valdivieso.
Un extranjero no tiene restricciones para comprar una propiedad en Panamá, solamente está prohibido si el inmueble se ubica a menos de 10 kilómetros de las fronteras. No requiere ser residente ni tener un trámite migratorio. No hace falta tener una cuenta de banco local, e incluso se puede pagar con transferencia bancaria internacional.
Fernando Arias, socio de Arias Fábrega & Fábrega, que representa habitualmente a diversos clientes en asuntos corporativos y migratorios, afirma que a la hora de comprar se puede hacer a nombre personal o de una sociedad. “En Panamá el sistema es muy transparente. Si se ingresa online se puede ver el registro público, de quién es el departamento y su historial. La diferencia entre tenerlo como persona jurídica o persona física es el anonimato o la protección. En una sociedad anónima los accionistas no son de información pública, el bien está más protegido. Puede ser incluso una sociedad extranjera que no esté registrada en Panamá”, aporta.
Una inversión también puede otorgar una visa de residente, depende el país de donde proceda el comprador. En el caso de Argentina, que es considerado país amigo, tiene una categoría flexible que reduce el monto de la inversión. “Una inversión de US$200.000 es suficiente para que el argentino pueda aplicar a una residencia en Panamá. Se otorga por dos años y luego se puede aplicar a la residencia permanente siempre que mantengas la titularidad del bien. Pero si invertís por un poco más, desde US$300.000 hasta octubre de este año, o US$500.000 posterior a ello, la residencia permanente te la otorgan en forma automática a los 30 días”, aporta Arias.
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