Ivanka Trump, la hija mayor del expresidente, y su marido, Jared Kushner, están llevando a cabo proyectos inmobiliarios en Albania, pero en terrenos en disputa y esas operaciones podrían fracasar
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Dos proyectos inmobiliarios de lujo en Albania propuestos por el yerno del expresidente y actual candidato a la presidencia, Donald Trump, están provocando tensiones en ese país, con la familia Trump enfrentando acusaciones de que la tierra que espera desarrollar se ha reservado indebidamente para ellos.
Las disputas están conectadas con inversiones por valor de US$1000 millones que Ivanka Trump, la hija mayor del expresidente, y su marido, Jared Kushner, están llevando a cabo en Albania, a lo largo de la costa mediterránea de este país del sur de Europa, en terrenos que alguna vez fueron controlados por un gobierno comunista.
Kushner anunció sus planes de construir un lujoso complejo de hotel y villas de playa en un tramo del continente donde una familia albanesa ha trabajado en la agricultura durante generaciones. La familia afirma que parte de esta propiedad les fue arrebatada de forma corrupta tras el fin del régimen comunista en 1991.
“Están intentando quitarnos lo que es nuestro”, dijo Bledar Alexandros Konomi, quien de joven ayudaba a cuidar ganado en los terrenos que ahora se proponen para el hotel de Kushner. Lo que dice está respaldado por documentos judiciales albaneses.
En el segundo lugar, —una pequeña isla de ubicación estratégica llamada Sazan, a donde la Unión Soviética enviaba suministros militares durante la Guerra Fría—, Kushner se encuentra trabajando con altos funcionarios del gobierno de Albania para asegurar los derechos exclusivos de desarrollo.
Lo que no se ha hecho público es que existe una segunda propuesta para reurbanizar la misma isla, presentada por una promotora ejecutiva inmobiliaria albanesa-estadounidense de Nueva York, según documentos obtenidos por The New York Times. La promotora, Evi Kokalari-Angelakis, dijo en una entrevista que el gobierno albanés ha ignorado su propuesta de reconstruir el lugar porque quiere impresionar a Trump, en caso de que sea reelegido y pueda ayudar a Albania con sus objetivos de política exterior.
“Mi mayor desventaja es que me enfrento a la hija y al yerno de Trump”, dijo Kokalari-Angelakis. Agregó que solo accedió a hablar con el Times sobre su propuesta de hotel luego de que Trump afirmara públicamente en julio que ella y Kushner ya habían asegurado un acuerdo para construir en Sazan. “Me han cerrado la puerta en las narices”, dijo Kokalari-Angelakis. “Es absolutamente indignante”.
Kokalari-Angelakis no es la única que plantea dudas sobre los proyectos propuestos por Kushner en Albania. Agron Shehaj, miembro del partido de la oposición en el parlamento albanés, dijo que el proceso de selección de un promotor para la isla de Sazan había sido demasiado opaco.
“Claro que para Albania, que es un país pobre, es importante desarrollar el turismo”, comentó Shehaj en una entrevista. “Pero aquí ha habido falta de transparencia y hace que parezca que se trata de un acuerdo privado que responde a los intereses políticos del primer ministro de Albania”.
Tanto Edi Rama, primer ministro de Albania, en una declaración proporcionada al Times a través de un portavoz, como Kushner, en una entrevista, cuestionaron cualquier insinuación de que el gobierno albanés estuviera tomando medidas para beneficiar a Kushner debido a su relación con Trump.
“El hecho de que un empresario estadounidense de renombre muestre su interés en invertir en Albania nos hace sentir muy orgullosos y felices”, decía la declaración escrita del portavoz de Rama. “Demuestra a otro nivel, a EE. UU. y al mundo, que hay una nueva estrella emergente llamada Albania en el hermoso mundo del turismo mediterráneo”.
Los proyectos albaneses no están respaldados por la Organización Trump, la empresa inmobiliaria en parte propiedad de Trump, y no llevarán el nombre o la marca Trump. Kushner, quien se desempeñó como asesor de Trump en la Casa Blanca, creó su propia compañía de inversiones, Affinity Partners, respaldada principalmente con fondos del gobierno de Arabia Saudita, para hacer negocios en todo el mundo. Para estos proyectos en Albania, así como para otro acuerdo en Serbia, Kushner se ha asociado con Richard Grenell, quien fue enviado especial a los Balcanes durante el gobierno de Trump. En la entrevista, Kushner dijo que sus planes ya habían ayudado a elevar el perfil global de Albania como destino turístico mediterráneo. “Queremos hacer algo de lo que la gente pueda estar muy orgullosa”, dijo.
Sazan, la isla más grande de Albania, está situada en un punto estratégico al norte de la frontera con Grecia y justo enfrente del talón de la bota de Italia. Durante casi mil años, la isla, en gran parte deshabitada, ha sido un emplazamiento militar crucial, en la estrecha entrada al mar Adriático e incluso fue utilizada por los italianos como base de submarinos durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras el acercamiento de Albania a la Unión Soviética, después de la Segunda Guerra Mundial, la isla se convirtió en un puesto de avanzada militar para cientos de soldados albaneses y baterías antiaéreas suministradas por Rusia. Actualmente, la isla continúa llena de refugios antiaéreos, junto con un pequeño puerto militar y una serie de edificios en mal estado, en su mayoría abandonados, no muy lejos de donde Kushner e Ivanka Trump pretenden construir.
“Si los alardes soviéticos pueden creerse, Saseno ha sido fortificada para que sea inmune a un ataque con bomba atómica”, afirmaba un cable de la CIA de 1951, basado en informes de noticias turcas, agregando que Sazan (Saseno era el nombre italiano de la isla) estaba “en posición de bloquear el Mar Adriático completamente, de la misma manera en que Gibraltar bloquea la entrada al Mediterráneo.”
Para acceder a la isla, la empresa de Kushner necesita la aprobación del gobierno albanés. Ya ha presentado una propuesta a la Agencia Albanesa de Desarrollo de Inversiones. “Tenemos esta isla de 566 hectáreas en el Mediterráneo y estamos trayendo a los mejores arquitectos y las mejores marcas”, dijo Ivanka Trump durante una entrevista en un podcast este verano.
Antes de que su padre fuera elegido presidente, ella trabajó como ejecutiva en la firma hotelera y de golf de la familia Trump, y este proyecto es uno de los primeros en los que ha dicho que desempeñará un papel directo desde que su padre dejó la Casa Blanca.
Asher Abehsera, un ejecutivo inmobiliario estadounidense a quien Kushner ha designado para supervisar los proyectos, afirmó que el gobierno albanés dio su aprobación preliminar para proceder con las negociaciones para construir el complejo hotelero en Sazan, pero aún no se han resuelto los términos finales de ningún acuerdo. Sin embargo, los comentarios de Ivanka Trump, en los que daba a entender que su familia había asegurado el acceso a Sazan, han provocado críticas en Albania.
Kokalari-Angelakis explicó que en primavera presentó una propuesta —de la que se facilitó una copia al Times— ofreciendo invertir 400 millones de dólares en Sazan para construir un hotel de lujo inspirado en el complejo The Breakers de Florida. La propuesta decía que “atraería a un tipo diferente de público, potencialmente los Elon Musk y los Jeff Bezos del mundo, que recorren constantemente las costas italianas y griegas, mientras que lamentablemente se saltan Albania”.
Kokalari-Angelakis dijo que había tenido conversaciones sobre su plan con funcionarios del gobierno, y que el gobierno le había pedido que preparara una propuesta de ingeniería más detallada, solo para escuchar los comentarios de Ivanka Trump durante un podcast, en julio, en los que insinuaba que el acuerdo estaba cerrado. Dijo que había decidido no gastar más dinero en su proyecto.
Ejecutivos de AIDA, la agencia albanesa que supervisa este tipo de proyectos, declinaron una solicitud de entrevista. En una declaración escrita, la agencia dijo que los planes para construir en la isla de Sazan todavía están siendo revisados y “mientras no tengamos ninguna decisión, no tenemos información que compartir”.
En el pasado, Kokalari-Angelakis fue partidaria de Trump, contribuyendo a su campaña de reelección de 2020 e incluso desempeñando un papel en la disputa del resultado de esas elecciones. Ahora, sin embargo, dijo que creía que los Trump habían recibido favores especiales del gobierno de Rama. “EE. UU. tendría dificultades para tomar medidas contra el gobierno de Rama mientras esté asociado con Jared e Ivanka”, dijo.
En su declaración, el portavoz de Rama negó esta afirmación, calificándola de “muy graciosa” dado que Rama, que es socialista, ha sido acusado de tener estrechos vínculos con la familia Soros, que está asociada con grupos liberales. “Edi Rama es el primer ministro de Albania, y para él, cualquiera que se una a nuestros esfuerzos para servir a los intereses de Albania es realmente una gran bendición”, decía el comunicado.
Abehsera y Kushner, en entrevistas separadas, dijeron que no estaban pidiendo —ni recibiendo— ningún trato especial. “Estamos desarrollando algo que no solo es un ejemplo de excelencia y calidad, sino que además cumple las normas más estrictas en cada paso”, dijo Abehsera.
La segunda urbanización sugerida por Kushner, en la que se prevé edificar 1000 villas de playa y habitaciones de hotel, está cerca, en una comunidad llamada Zvernec, a un lado de Vlore, la tercera ciudad más grande de Albania, donde se está construyendo un nuevo aeropuerto internacional y el turismo ya está en auge. Gran parte de las propiedades cercanas a Vlore fueron confiscadas por el gobierno durante la época comunista, y las disputas se han prolongado desde 1991, cuando el gobierno democráticamente electo empezó a intentar devolver las propiedades a sus legítimos propietarios.
El terreno que Kushner y Trump han elegido para su proyecto Zvernec es objeto de varias de estas disputas. Los registros muestran que gran parte de los terrenos que ahora Kushner quiere urbanizar pertenecían a familias que vivían justo al sur del emplazamiento, en el pequeño pueblo de Zvernec, donde se habla tanto griego como albanés y cuya historia se remonta al siglo VI a. C.
Sin embargo, luego de que el gobierno albanés iniciara el proceso de devolución de las tierras confiscadas, un promotor inmobiliario llamado Artur Shehu, junto con otros miembros de su familia, presentaron demandas para reclamar la propiedad. Algunas de las reclamaciones presentadas por el abogado de Shehu se consideraron fraudulentas, según consta en los registros, aunque todavía se están apelando algunos fallos.
Shehu, a quien se concedió asilo en Estados Unidos hace dos décadas y que, según los registros judiciales, vive en Miami, no respondió a una solicitud de comentarios.
En los últimos meses, los habitantes de Zvernec, incluida la familia Konomi, se han puesto en contacto con Kushner para notificarle por escrito que son propietarios de los terrenos donde está previsto construir el hotel de lujo, y que no necesariamente están dispuestos a renunciar a ellos. “Es obvio que se trata de un gran entramado de corrupción”, dijo Konomi, profesor de estadística en la Universidad de Cincinnati, cuya familia visita con frecuencia la casa que tienen en la zona. “Es sencillamente increíble”.
Kushner ha recurrido a una de las familias más ricas de Albania —Shefqet Kastrati, un multimillonario promotor inmobiliario y propietario de la mayor cadena de gasolineras de Albania— en busca de ayuda con el proyecto en Zvernec. El Grupo Kastrati mantiene desde hace tiempo vínculos con el primer ministro Rama. Este controla varios contratos públicos lucrativos, incluido el aeropuerto internacional de la capital albanesa.
En entrevistas, los directivos de la empresa de Kushner aseguraron desconocer la disputa por los terrenos. “Estamos seguros de que estamos trabajando con los propietarios legítimos”, dijo Abehsera en un comunicado. “Si se demuestra lo contrario, nos retiraremos respetuosamente de la compra”.
Según Neritan Sejamini, antiguo asesor de la oficina del primer ministro, quien ha estudiado cómo se ha explotado la ley de 1991 destinada a devolver las tierras de la era comunista, en los últimos años otras familias poderosas y ricas se han hecho con tierras costeras albanesas. “Se ha abusado de la ley en beneficio de las personas con conexiones políticas, a veces a expensas de los residentes locales”, dijo Sejamini.
Otra ley aprobada a principios de este año también permite la construcción de hoteles de lujo en terrenos reservados para proteger áreas ambientales y de vida silvestre sensibles, incluido el proyecto de Kushner en Zvernec. Thoma Kola, de 81 años, quien vive en Zvernec, comentó que temía que su familia pudiera perder pronto el terreno al norte del pueblo. “No podremos dejárselo a nuestros hijos”, dijo.
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